Ángel Polibio Chaves
Con este evocador título publicó un libro el señor Serafín Villacrés, exalcalde de Ambato, quien relataba el paso de las caravanas que en su tiempo organizaban los partidos políticos como uno de los medios de campaña más importantes, cuando no estábamos invadidos de mensajes en WathsApp y otros medios más sofisticados; de carteles o “spots” en radio y televisión, y los sufridos contribuyentes no estábamos en la obligación de financiar las campañas electorales; hoy también lo hacen algunos candidatos y desde luego que emociona el entusiasmo de los organizadores y participantes en las caravanas.
Por coincidencia, en este año se ha juntado la campaña electoral con un torneo mucho más glamoroso, y también hemos visto caravanas de los barrios e instituciones que auspician la participación de las lindas chiquillas que intervienen en el torneo de elección de la reina de nuestra fiesta, cuyo paso por las calles nos alegra por la música y los adornos que se elaboran para el efecto; unas y otras caravanas son bien venidas porque evidencian que la ciudadanía participa en la vida de su comunidad.
Sin embargo, respecto de las caravanas de las candidatas a reina de las fiestas, creo que es necesario darles un mayor impulso y quizás conjugarlas con una linda costumbre que ha retomado acertadamente el Comité de Fiestas, cual es la serenata a las candidatas en su hogar; hace algunos años, la costumbre era la de que cada candidata visitaba a las otras señoritas, acompañada de los vecinos del barrio al que representaban, cortesía que era replicada en cada caso, con lo que se establecía un hermoso vínculo de amistad y una importante participación barrial en los días previos a la fiesta.
Qué lindo sería que se estimule una mayor participación barrial a través de estos eventos y otra vez podamos sentir que PASAN LAS CARAVANAS.