Andrés Ontaneda
Ante la delicada situación social, económica y política que atraviesa nuestro terruño llamado Ecuador se viven aires de desempleo, tristeza, migración y desinterés social por externalidades negativas que bordean al ecuatoriano, pese a ello, una pequeña comisión de la Federación Ecuatoriana de Fútbol del Ecuador armaba maletas para viajar a tierras chilenas a participar del campeonato Sudamericano Sub 20, en busca de un objetivo: clasificar al Mundial de esta categoría, pero más en busca de despertar del sueño a ser campeón.
Aunque no se consiguió esta vez mediante política económica, lo hicimos mediante el deporte, un balón puso a correr a todo el país este domingo y jóvenes de menos de 20 años de edad, guiados por la experiencia y un sueño, ser campeones.
Hoy hay que agradecer a estos muchachos que son buenos hijos de esta Patria, decir a la pachamama, que hoy más que nunca nuestra tierra nos necesita en todos sus espacios y la selección de fútbol sub 20 nos deja una gran lección.
Que mientras unos ven la ‘crisis’ de un país cómo un problema, ellos vieron una oportunidad. Que con el trabajo individual se gana un partido, pero con espíritu de equipo se gana un campeonato. Que mientras unos pelean por el poder, ellos se motivaron, prepararon, anotaron y pudieron. Que no hay que ser el mejor, sino grandes entre grandes. Que la verdadera juventud se encuentra en el corazón, pasión y actitud de alcanzar un sueño, no sólo en palabras. Que cuando haces las cosas con corazón y cerebro, el resultado es indudablemente ser campeón. ¡Gracias chicos! (O)