‘La lucha por el Derecho es la poesía del carácter’, Rudolf von Jhering

SIGNIFICADO. En las Siete Partidas se indica que abogado es el “hombre que razona pleitos de otro en juicio, o el suyo mismo, demandado o respondiendo”.
SIGNIFICADO. En las Siete Partidas se indica que abogado es el “hombre que razona pleitos de otro en juicio, o el suyo mismo, demandado o respondiendo”.

AUTOR: DR. AUGUSTO DURÁN PONCE

El Abogado debe penetrar en lo más profundo del ser humano y su conducta, lo que requiere confianza del cliente, actuar con honradez y ética. Luis Jiménez de Asúa considera que “la conducta moral es la primera condición para ejercer la abogacía… nuestra profesión es, ante todo, ética… El abogado debe saber derecho, pero, principalmente debe ser un hombre recto”.

El Letrado tiene que asumir como propio el problema confiado por el cliente, pero desde una óptica profesional; conocer la sociedad, la evolución legal y jurisprudencial, lo que implica que sea un buen comunicador, receptor de información y que observe la Deontología Jurídica.

El Código de Justiniano proclamaba que “Los abogados que aclaran los hechos ambiguos de las causas y que por los esfuerzos de su defensa en asuntos frecuentemente públicos, y en los privados, levantan las causas caídas y reparan las quebrantadas, son provechosos al género humano no menos que si en batallas y recibiendo heridas salvasen a su patria y a sus ascendientes. Pues no creemos que en nuestro imperio militen únicamente los que combaten con sus espadas, escudos y corazas, sino también los abogados; porque militan los patronos de causas, que confiados en la fuerza de su gloriosa palabra defienden la esperanza, la vida y la descendencia de los que sufren” (‘De advocatis diversorum indiciorun’, Código Libro II, Título VII, Ley 14).

La grandeza de la abogacía se encuentra en la contribución al proceso de vigorizar las instituciones responsables de la administración de justicia, para la plena vigencia de las garantías de las personas; en la búsqueda de soluciones que realiza el profesional, velando por el interés de su cliente, separando lo equitativo de lo no equitativo, lo que exige constante estudio de los documentos, conocimiento, experiencia y jurisprudencia.

La carrera de Derecho brinda instrumentos para lograr que las personas, en sus relaciones con sus semejantes, se rijan por las leyes para que la sociedad funcione en forma armónica, justa y ordenada. Arturo Orgaz considera que “el abogado debe ser como la hoja de una espada: recta, flexible, brillante y acerada”.

Respaldo
Por lo delicado de su profesión, el abogado necesita especial respeto de la sociedad y respaldo de su Colegio. Antonio Pedrol Rius, ilustre maestro, jurista y recordado presidente del Colegio de Abogados de Madrid, consideraba que “…la libertad de defensa solo existe plenamente cuando detrás del abogado hay un Colegio para respaldarlo. Porque el abogado digno de tal nombre debe muchas veces defender tesis que desagradan al poder, o a la llamada opinión pública -tan impresionable, tan visceral, tan versátil a contrariar intereses muy influyentes o muy agresivos-… y si al abogado se le dejase solo ante tantas presiones, acabaría por ser asfixiado o se le pondría en trance de una abdicación de su dignidad”.

El Papa Francisco saludó a los abogados así: “Debemos amar a los abogados, debemos cuidarlos, protegerlos, porque son los ángeles guardianes que Dios nos envió”.

Formación del Abogado.
Ciuratti pondera lo difícil que es la formación de un abogado y, relievando la calidad de este profesional, dice: “Dad a un hombre todas las dotes del espíritu, dadle todas las del carácter, haced que todo lo haya aprendido y retenido, que haya trabajado durante treinta años de vida, que sea en conjunto un literato, un crítico, un moralista, que tenga la experiencia de un viejo y la infalible memoria de un niño, y tal vez con todo esto formaréis un Abogado completo”.

Homenaje
Sin Libertad no habría justicia, ni paz. Los profesionales del Derecho, con optimismo, argumentos sólidos, honestidad, fidelidad a la verdad, razonamientos profundos, serenidad, inteligencia, experiencia y rectitud de conducta, luchan todos los días por la libertad, la justica y la paz, aplicando los instrumentos que ofrece el Derecho.

Los abogados prefieren la acción a la crítica y, como saben que solo es digno de la libertad el que se juega por ella, cada instante entregan las mejores energías para alcanzar la libertad, la justicia y la paz.

Tengamos plena conciencia de la importancia de nuestra profesión; de la lucha por el imperio del Derecho; y de la dimensión moral de cada abogado.

En este memorable día ratificamos el compromiso de proseguir avanzando por la senda del Derecho, sembrando valores, civismo y rebeldía para que reverdezca la armonía y la unidad.

Formulamos votos por la felicidad de cada uno de los colegas y nos adherimos jubilosos al merecido homenaje a los abogados de nuestra hermosa, soberana y altiva Patria, por la que trabajan para alcanzar justicia, libertad, armonía y desarrollo.

Gaspar Rudolf von Ihering afirma que: “El Abogado es un luchador por el derecho y la justicia. El derecho es una idea práctica.