Giovanni Carrión Cevallos
He leído con especial interés el libro de José Arias Álvarez, titulado ‘Conversando con Julio Eguiguren’, obra ingeniosamente trabajada y en la que, de manera agradable y entretenida, nos acerca a la personalidad de una de las figuras más representativas de la ciudad de Loja, me refiero a Julio Alfonso Eguiguren Burneo.
En cada una de las páginas de este interesante trabajo es posible descubrir con nitidez el lado humano de una persona especialmente buena, generosa, profundamente solidaria, inteligente y con admirable apego hacia nuestra Madre la Virgen del Cisne.
Y es que hablar de Julio Eguiguren es remitirse al ciudadano íntegro que honró el ejercicio del servicio y accionar público por varias décadas en el cantón Loja, verbigracia, en el campo de la representación política en la era velasquista, como en el área educativa donde propuso emprender –ya en ese tiempo- en un cambio integral a fin de conseguir “…una elevada síntesis de conciencia moral, el cultivo del pensamiento crítico, la acción real, la práctica y el desarrollo del espíritu creador”, tan necesarios en estos tiempos. Cabe decir que, desde posiciones relevantes, este prohombre alcanzó que esta tierra sea atendida -por el poder central- en sus más urgentes demandas como provincia fronteriza.
Pero una característica fundamental de Julio Eguiguren, fue su prodigiosa memoria, convirtiéndolo en un respetado Cronista de la ciudad, cuya riqueza de conocimientos siempre estuvo conectada con esa claridad admirable para entender y explicar nuestra realidad a partir del análisis del entorno económico, político y social ya en la esfera internacional, nacional y local.
Julio Eguiguren murió a la edad de 97 años, rodeado del cariño de sus familiares, todos hombres y mujeres que engrandecen con su trabajo a la Patria Chica. (O)
@giovannicarrion