Hay un revuelo en Esmeraldas originado por un contrato de algunos millones de dólares, en el que existe la presunción de tener un sobreprecio de ocho millones trescientos mil dólares, contrato que ya fue denunciado en la Contraloría, pues, éste podría estar perjudicando los intereses de Autoridad Portuaria y por ende de Esmeraldas.
Frente a esta denuncia, podríamos llamarla valerosa y preocupada por los intereses de la ciudad de Esmeraldas y la provincia, ya, debería darse una protesta para que no se firme el contrato de adjudicación de estas obras, que comprenden el patio de almacenamiento de contenedores y vehículos, y la extensión del muelle No. 3. Ocho millones de dólares, dijo un ciudadano, no son “pelo de cochino”, es una cantidad que podría estar solventando algunas necesidades de las tantas que tenemos los esmeraldeños y, sobre todo, que el dinero que pertenece al pueblo esté en Portuaria o en cualquier institución, tiene que ser vigilado.
El país está horrorizado con las mañoserías, por decir lo menos, en las cuales han incurrido los nuevos revolucionarios, que se dejaron sobornar por la empresa brasilera Odebrecht, perjudicando al pueblo ecuatoriano. Me parece que en este caso, que ha sido denunciado documentadamente y con valentía, debe darse la intervención inmediata de la Contraloría, para suspender provisionalmente el proceso de licitación o declararlo desierto, hasta despejar las sombras que caen sobre la APE y de la misma manera con las facultades de la Contraloría, se realice urgentemente un examen especial sobre la licitación de las dos obras.
Algo que seguramente no se ha realizado en Autoridad Portuaria, es la elaboración de un plan maestro de desarrollo de esta entidad, pues, da la impresión que esta institución se ha quedado en un ejercicio minúsculo, dormida en el tiempo, sin que se hayan dado las directrices que permitan que Portuaria se proyecte positivamente hacia el futuro, para que sirva eficientemente a Esmeraldas y a todas las provincias de la región.