El voto nulo es inútil

Giuseppe Cabrera

No hay registros recientes, de por lo menos 20 años atrás, de que el voto nulo o la abstención hayan provocado la anulación general de un proceso eleccionario. Incluso, en Estados Unidos y Suiza las elecciones suelen tener promedios de participación del 30%, declarando ganadores en elecciones de diferente nivel.

Ante la posibilidad legal de declarar nulas las elecciones, varios referentes de ‘opinión’ han promovido la necesidad del voto nulo, lo cual es aritméticamente imposible.

Cuando hablamos de elecciones pluripersonales los cargos se asignan a través de una formula electoral, lo que hace que el voto de una persona se divida. Por ejemplo, en cuatro cuando elegimos asambleístas en la provincia. Pero, para el caso de elecciones unipersonales, se aplica la regla de una persona un voto, o sea se gana por mayoría de votos, sin que sea necesario aplicar una fórmula. En las elecciones a consejeros del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, lo más probable es que se contabilicen los votos sin fórmula electoral, ya que se nos presentan tres papeletas y en una de ellas, inclusive solo se elige un consejero. Las candidaturas son presentadas en filas de forma individual, no en forma de columnas bajo los casilleros de los partidos políticos auspiciantes, como en el resto de elecciones, por lo que aquellos que tengan el mayor número de votos, serán los ganadores. Si estas elecciones escogeremos siete consejeros, hablaríamos de que cada ciudadano posee siete votos, por lo que para anular las elecciones serían necesarias decenas de millones de votos nulos, algo que no va a suceder. Por el contrario, mientras exista un mayor número de votos nulos, menor la cantidad de votos válidos, pues los nulos no se contabilizan, es como no haber acudido a votar, lo que significaría que para quienes tienen un voto consolidado, como el correísmo, les facilitaría llegar al cargo.

Todos podemos coincidir en que el CPCCS, solo sirvió para la acumulación del poder y debemos eliminarlo, pero el voto nulo no es la estrategia que articulará esa demanda. En estas elecciones necesitamos un voto consciente con candidatos que no presenten trabas frente a ese norte