El ‘conjuro’ que activó el protocolo de atentado terrorista

CASO. La piña estaba rellena de objetos dentro de una bolsa negra junto a una vía del tren.
CASO. La piña estaba rellena de objetos dentro de una bolsa negra junto a una vía del tren.

Un español provocó un caos, todo por una ‘brujería’, que al final lo mandó a la cárcel.

Tratar de recobrar el amor de una persona, mediante un conjuro no parece muy buena idea. Puede incluso llevar a interrumpir el tráfico ferroviario durante dos horas, a activar el protocolo policial antiterrorista y hasta a que el despechado acabe denunciado por violencia machista y sentenciado a un año de alejamiento de su expareja, a la que pretendía recuperar. Es lo que sucedió en Alicante, con un hombre español de 38 años.

Un vecino de Alicante avisó que dos personas estaban maniobrando sospechosamente en el cruce de la carretera de Ocaña, la antigua carretera de salida hacia Madrid. Según el denunciante, dos individuos de rasgos árabes habían estado realizando movimientos similares a los del rezo musulmán y habían depositado un paquete de color negro junto a la vía del tren.

Las alarmas se encendieron

Los agentes que se desplazaron al lugar detectaron la presencia del paquete y activaron el protocolo antiterrorista. El primer paso consistió en detener el tráfico ferroviario, una decisión que causó un retraso de 149 minutos y afectó a 135 pasajeros. Posteriormente, intervinieron los agentes del Tedax, que procedieron a investigar el bulto. Finalmente, concluyeron que se trataba de una falsa alarma y procedieron a abrirlo.

EL DATO
Días después del suceso, la expareja sentimental del individuo presentó contra una denuncia por un supuesto caso de violencia machista.En el interior, los Tedax encontraron todos los ingredientes de lo que luego resultó ser la receta de un presunto conjuro para atraer un amor perdido. En una piña vacía, alguien había colocado clavos, alfileres, posos de café, uvas y unas semillas de color rojo y negro de la planta regaliz americano, que contiene una sustancia altamente tóxica llamada abrina, cuya venta está prohibida pero que se usa habitualmente en los ambientes esotéricos.

Junto a los elementos de la pócima amatoria, los agentes descubrieron también dos papeles. En uno de ellos aparecía el nombre de la expareja a la que el autor de los hechos pretendía recuperar. En el otro, el de la madre de esta y el de un varón, posiblemente la actual pareja de la mujer pretendida, situados junto al dibujo de una calavera.

Tras las rejas

A partir de estos datos, la investigación llevó hasta un hombre de 38 años y de origen español, según confirmaron fuentes de la Policía, que declaró ante los agentes su gran afición por el esoterismo y confesó que había buscado un conjuro en internet para recuperar a su expareja, que lo había abandonado recientemente. La Policía arrestó al sospechoso por un presunto delito de desórdenes públicos. EL PAÍS