Inseguridad, drogadicción y violencia

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

Este Ecuador sonoro por su ubicación geográfica, por el privilegio de su territoriedad continental y ser parte de la línea ecuatorial, por su gente afable y bien puesta, que de pronto fue nominado no por el festival de los Oscar sino por el deterioro marcado por el paso de malos hijos que se aglutinaron en el número de un partido enquistado en el otrora gobierno. A todos nos llegó la racha o consecuencia malévola del mal manejo de la cosa pública puesto que fueron considerados los bienes ecuatorianos como hacienda propia, señalándose estadísticamente entre los países grandes de la corrupción.

Muy notorio es que campea la inseguridad fuera y dentro de casa, en barrios, en el sector público, en el trabajo, en las carreteras, en los centros educativos – comerciales, en fin; la drogadicción y el tráfico de estupefacientes es el pan diario y este cáncer nadie lo puede parar, el consumidor es al granel y no escoge persona alguna, sumándose a esto la violencia no solo de género sino en el hogar, en la calle y en donde al ser humano se le antoja.

La isla de paz llamada con cariño de pronto se sintió embestida por la voluntad y la mano del hombre destructor de su propio destino. Nuestra ciudad no es una excepción, a diario se palpa la realidad y el grado de peligrosidad por desenfrenados, desadaptados sociales, ambiciosos del consumo malévolo y de la perdición que corroe con facilidad en los menores que no se ajustan a las normativas del buen hacer y buen vivir.

Se redunda el nombre de aspirantes para llenar su espacio político y gane quien gane ojalá se esmere en propiciar la sanidad y seguridad personal que se requiere para beneficio ciudadano; ya hemos probado el desorden y el descuido, anhelamos el cambio radical para abolir la descomposición social. ¿Será que debemos decir NO a quienes se escudan en un mismo partido con otro número y nominación para ser parte del continuismo del oso, el tigre, el león, el ratón, la oveja disfrazada?

Hay que abrir los ojos, ajustarse a la reflexión para ver a quién se elige. Existen buenas propuestas pero no tan fáciles de cumplir empezando por el dinero que cabalga galopante en las arcas fiscales, tantas deudas que tiene nuestro país con las grandes financieras internacionales y no será tan fácil cubrir y cumplir con las promesas de campaña.

xxxxxx