La fiesta

AUTOR Freddy Rodríguez

Estamos ya muy cerca de la Fiesta de la Fruta y de las Flores, y la ciudad recibirá la visita de miles de turistas, atraídos por el prestigio de la celebración. La organización de la Fiesta le corresponde al Comité Permanente y, justo es reconocerlo, esta entidad ha estado dirigida por personas de gran valía, talento, capacidad y amor a la ciudad. Citaré únicamente los nombres de los últimos Directores Ejecutivos que mi memoria recuerda: Mario Barona Andrade, Polo Guerrero Aguilar, Alexandra Jaramillo Dávalos, María Cecilia Cuesta Vásconez y, desde el año pasado, Lissette Naranjo Herdoíza; todos ellos se esforzaron para preparar espectáculos de altísima calidad, con artistas nacionales y extranjeros de gran valía, con una organización casi impecable de los eventos públicos, como el desfile o la ronda nocturnal, lo que les significó el reconocimiento general. No obstante, el esfuerzo que realiza el Comité, muchas veces contrasta con la pobre imagen que brinda nuestra querida ciudad, en lo que respecta al ordenamiento del tránsito, y muy especialmente a la limpieza, cuestiones que, obviamente, están fuera del ámbito de las responsabilidades de dicha entidad. No es justo que, con el pretexto de defender el derecho al trabajo, se permita que se instalen en las calles, plazas y parques de la urbe todo tipo de negocios de venta de comidas y chucherías, impidiendo la libre movilidad de las personas, y alterando la circulación de vehículos. En los días de la Fiesta, que pena decirlo, la ciudad hiede a orines, excrementos y frituras, y por todo lado encontramos residuos de botellas de licor, fundas plásticas, etc., por lo que muchos ambateños prefieren no salir de sus hogares en esos días, o irse para otros lares. La desenfrenada venta del “espumante de carnaval”, y las batallas campales que se dan en las calles, constituyen una afrenta para quienes queremos salir a disfrutar los espectáculos programados. Es hora que las autoridades competentes pongan freno a estos desafueros, para que la ciudad esté a la altura del esfuerzo que hace el Comité Permanente para que nuestra vernácula Fiesta sea reconocida como la más importante del Ecuador.