Tierra de nadie

La reunión de la Celac le dio uso al suntuoso edificio de la Unasur, en que con seguridad nuestro mandatario, fiel a su estilo, pensó imponer sus ideas, preceptos y dar, a manera de enseñanzas magistrales, sus opiniones, sonreír para la prensa internacional y quedar brillante ante el mundo entero.


Sin embargo, no le pararon mucha bola los otros mandatarios; es más, el boliviano Evo Morales le llamó la atención por el despliegue de seguridad, de lujosos vehículos y acciones suntuarias innecesarias en un momento de baja tan drástica del petróleo y de tanto desempleado. Ojalá al ‘Primus inter pares’ que nos gobierna le llegue lo dicho y le hagan mella esas palabras.


Si bien la reunión de mandatarios llegó a la firma de varios acuerdos, la preocupación debe estar en este futuro inmediato que ya es un presente y sería bueno algo más que un exhorto a quienes nos gobiernan, para que entiendan de una vez por todas que no se trata de que les demos la razón, cuanto que el formato que se aplicó al inicio de este mandato, no está dando los resultados en este momento.


No se puede tapar el sol con un dedo, no se puede decir no y hacer sí. Miremos cómo un par de asambleístas, el último después de nueve años de afectos con el Régimen, denuncia que es víctima de la falta de pensamiento, de que no se puede disentir, a nombre de lo que AP llama disciplina partidista, como si ser disciplinados significaría perder el habla, el pensamiento, la coherencia, el sentido común y la libertad. Lo mismo y peor sucede en materia económica, hay una ceguera necia a pesar de tanto descalabro.


Lo peor de todo es que mientras esto pasa, la oposición se desparrama en una lucha “ideológica”, como si los que discuten hubiesen sido concordantes con principios políticos. Varios nombres y figuras históricamente han saltado como picaflores por diferentes tiendas sin importarles la filiación de ideas. Ahora se aferran a la “derecha” o la “izquierda”, más bien a un reparto anticipado de candidaturas en que nadie cede nada, a sabiendas de que con sus acciones le están haciendo el juego al Régimen, que ríe y reina ante tanta división.


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