El pragmatismo

Juan Sebastián Vargas

Posiblemente en los últimos 30 años Latinoamérica en su gran mayoría ha sido testigo de administraciones con un estilo populista, pero siempre disfrazados con ideologías de derecha o de izquierda que nos han conducido a la región a una inestabilidad permanente producto justamente de esa inmadurez política con ciertas excepciones por supuesto como las de Chile y Colombia que de cierta forma han mantenido democracias más fuertes con instituciones sólidas, sin embargo, en la mayoría de naciones la incertidumbre política es el pan de todos los años, partidos y políticos que se creen los salvadores de la patria, autoritarios, egocéntricos, pero sobre todo corruptos que tratan de acaparar todo el poder escudados en esa supuesta “reivindicación social” que no deja de ser palabrería barata justamente fruto de ese acérrimo populismo.

La historia nos ha demostrado que los extremismos políticos son un total fracaso y únicamente nos conduce a una polarización de la sociedad e incluso a una absurda violencia, es por ello que el concepto del “pragmatismo” toma sentido, esta corriente filosófica fue creada en los EE.UU. a finales del siglo XIX y la esencia del concepto es justamente que “solo es verdadero aquello que funciona, enfocándose así en el mundo real objetivo”, además; “rechaza la existencia de verdades absolutas, las ideas son provisionales y están sujetas al cambio, a la luz de la investigación futura”, en buen romance lo que nos estimula a razonar este significado es la practicidad de las cosas, el sentido común, la lógica y es que probablemente mucha gente no comparta el criterio pero es necesario entender que hoy en día el mundo vive cambios extremadamente acelerados en todo ámbito que nos obliga a estar en una permanente metamorfosis cultural, económica, social, tecnológica y en consecuencia política. Según los entendidos, en política el pragmatismo equivale a actuar de acuerdo a cómo se presentan las circunstancias y el único criterio efectivo para juzgar el valor o la verdad de cualquier decisión es tomar en cuenta justamente sus efectos prácticos, probablemente es tiempo de elegir a nuevos líderes considerando estos conceptos llenos de sensatez y raciocinio.