Yadira Consuelo Torres
Como lo escucha, quizá esta sea la razón para que en su mayoría los políticos no hayan introducido en su plan de trabajo propuestas encaminadas a velar por sus derechos, ¿para qué? dirán muchos, si son huellas que no trascienden, más bien son despreciados e inexistentes para un sector de nuestra sociedad; nacieron bajo la denominación de animales lamentablemente, y; eso los estigmatizó para que algunos humanos pudieran decidir sobre la suerte que correría su escasa estadía en la tierra.
Esto no tiene importancia, emularán unos cuantos, cuando hay problemas graves que atender como la falta de recursos para desarrollar obras que dejen réditos y sean la consigna de una próxima campaña, ¿acaso desarrollarán mayor validez con los compromisos con quienes los llevarán al poder?, entonces, ¿habrá que preguntarse: ¿estatus o vocación de servicio?
Escuché la intervención de una joven candidata a concejala por nuestro cantón definirse como activista por la defensa de los animales, quien expuso su deseo de no tomar como bandera de lucha en esta campaña la labor que ha venido cumpliendo en beneficio de ellos. Quizá su moral califique como acto desleal utilizarse de estos seres indefensos para ganar votos con quienes sienten respeto y simpatía por los mismos.
La consigna es clara. No los utilicemos, pero sería loable la concienciación por parte de las futuras autoridades en pro de un trabajo encaminado al beneficio de este sector desprotegido que no tiene voz, que debido a actos lacerantes perpetrados contra ellos está enfermando la conciencia humana.
Ellos no votan, pero son capaces de transmitir alegrías y convertirse en compañeros inseparables de nuestro hijos, ellos no votan pero saben agradecer el afecto que les entregas, ellos no votan pero son el reflejo de nuestra cultura. (O)