Maritza Beatriz Morquecho
El Síndrome de Down es una alteración genética que se produce por la presencia de un cromosoma extra en el ADN o en una parte de él. John Langdon Down fue el primero en describirlo en 1866. Jérôme Lejeune en 1958, detectó que el Síndrome es una alteración de cromosomas. El efecto en cada persona es muy variable. Entre ellas su salud, pero cada persona, en singular, presentará una apariencia, personalidad y habilidades únicas.
Hace 30 años, las personas con Síndrome de Down eran consideradas enfermos mentales, gran parte de ellos eran internados. Las cosas han ido cambiando. Para los 80 y 90, se humanizó más la visión sobre el SD. Comenzaron a ser criados en casa, pero se creía que eran niños eternos, a los que no había que educar. Sin embargo, no todos los padres pensaron igual, aprovechando todo el conocimiento existente y la estimulación adecuada.
Así se dio paso a la primera generación Down que pudo integrarse al sistema educativo regular, incluso al universitario, logrando destacar en ámbitos como el deporte, el arte, la danza, la actuación, la literatura, así como distintas áreas laborales.
Lamentablemente estas buenas noticias de lo que ocurre en otros países, todavía no se visibilizan en Loja, por cuanto seguimos viviendo en un entono de prejuicios y desconocimiento, donde priman la lástima y discriminación en todos los niveles, olvidando sus derechos básicos, como es tener una vida independiente e integrada en los campos educativo, laboral y social.
A través de la Asociación de Padres con Síndrome de Down, que se creó en 2017 en Loja, conformada por 60 familias de la provincia, se quiere cambiar esta realidad tan dura que ha mantenido en el anonimato a personas tan valiosas, que necesitan que usted les otorgue una oportunidad para desarrollarse. (O)