Hay incumplimiento de obras y legalización de tierras que no les permiten construir viviendas.
Arranches, robos a mano armada y expendio de drogas, son parte de las problemáticas aducidas por los presidentes de al menos nueve barrios del sur de la ciudad de Esmeraldas, que promueven un alto grado de inseguridad, extendido por la falta de predisposición de las autoridades del cantón.
“La inseguridad parte por la falta de alumbrado público y no lo hemos conseguido porque estamos en el Municipio con temas de legalización”, explica Ángel Obando, presidente barrial de Portal del Río, aclarando que las actividades que realizan en beneficio de sus sectores no deben ser confundidas con participaciones políticas.
Cinthia González, representante de Los Ébanos, sector comprendido en el barrio Lucha de los Pobres, añade que el tráfico de estupefacientes se realiza a cualquier hora del día, utilizan las paradas para el consumo y cerca del semáforo donde los carros deben mermar la velocidad, los delincuentes aprovechan y sustraen las pertenencias.
No solaparán
Cerca de 460 familias son afectadas por la inseguridad efectuada por jóvenes inescrupulosos del sector, que ya han sido identificados, proveyendo la información hasta las unidades policiales. “Nosotros no vamos a solapar esas actitudes de los chicos del mismo barrio”, advierte González.
La Unión de Presidentes de los Barrios del Sur (Uprebase), como se denomina la organización que acoge a 16 barrios del sur, establece la posibilidad al Municipio, de la donación de un terreno en el barrio Valle Hermoso, que ha sido parte de una solicitud del Ministerio del Interior a los líderes barriales.
En el área se construiría un distrito policial, que abarcaría a 11 gendarmes, una unidad móvil, dos unidades motorizadas, que favorecerían a la seguridad de las jurisdicciones de Samanes Bajo, Portal del Río, 31 de Mayo, y el descongestionamiento de otras UPC, ubicadas en la Julio Estupiñán, Tolita y Lucha de los Pobres.
Legalización
Por más de 20 años viven cerca de 100 familias en el sector de Samanes Bajo, su presidenta Cinthia Castillo, cuenta que muchos de los trámites están paralizados, y afecta el buen vivir.
Aquel barrio, sumado a Portal del Río y 50 Casas, son consideradas en un informe hace dos años, zona de alto riesgo, por la inundación del 2016, donde explica ángel Obando, se ha suspendido todo trámite de legalización, contrato de arrendamiento, venta y nuevas edificaciones.
No obstante, su petición recae al Consejo Cantonal y al ingeniero Roy Perea, para replantear un informe en donde se presente un plan de contingencia, y se habilite el paso a las construcciones otorgadas por el Miduvi.
Peticiones sin validez
“Hubo un compromiso por parte del alcalde, de ingresar por cada sector a tres personas, en los trabajos que se están realizando al sur de la ciudad, pero no se ha cumplido, solo un grupo determinado es el que está trabajando, pero eso es en beneficio político”, declara Cristhian Palomino, líder de la ciudadela Julio Estupiñán.
Asimismo, detalla la necesidad de áreas verdes en los barrios, para que los infantes puedan recrearse, y volcar sus aficiones a actividades más productivas y en beneficio de la comunidad.