¿Más controles?

Ángel Polibio Chaves

A un joven asambleísta de Alianza PAIS se le ha ocurrido proponer una ley para controlar el uso de las denominadas redes sociales. Es posible que alguna vez nos hayamos planteado la posibilidad de buscar algún mecanismo para evitar el mal uso de esta herramienta de comunicación que hoy se encuentra al alcance de cualquier persona, ya que en efecto es una especie de canal colector en el que se vierte todo tipo de efluentes: aguas lluvias, agua limpia, aguas químicamente contaminadas, excrementos, ratas, ratones y hasta algún ratero, y claro, con el convencimiento de que la ley todo lo resuelve, tal vez pensamos que mediante normas de control, podríamos resolver el problema.

No obstante, hemos de tornar la mirada a lo factible y llegaremos a aquella conclusión que a fuerza de plantearla a ratos resulta casi una utopía: EDUCAR A LA GENTE.

No nos queda más remedio; solamente un pueblo educado puede comprender lo que significa RESPETO por uno mismo y por los demás. Colocar en la red noticias falsas, injurias o acusaciones sin fundamento, no es otra cosa que no tenerse ni tener respeto. Siempre el escrito anónimo o vulgar pasquín fue repudiado y estigmatizaba a quien lo emitía, cuya bajeza no merecía sino el reproche de la comunidad. Es decir, quien llevaba la carga negativa de su proceder indigno era el emisor del mensaje antes que su víctima; todo, porque nos RESPETABAMOS; hay que volver a hacerlo y con fuerza.

No dejar espacio a la calumnia y a la mala fe puede ser más efectivo que cualquier prohibición legal. El canalla que ofende y miente, si su conducta no tiene eco, seguramente dejará de hacerlo. Más allá de la Ley entonces, lo que nos corresponde es orientar a los receptores de estos mensajes para tener una frontal y decidida actitud de rechazo.