La bicicleta pública en Quito, BiciQ, opera bajo un sistema manual de registro y operación. El ofrecimiento de automatizarla y de que se extienda hacia el sur, corresponderá al nuevo burgomaestre.
El mecanismo de préstamo con el que opera el sistema, tiene problemas. Hay gente que no devuelve las bicicletas, otras que irrespetan las rutas establecidas y, cuando tardan más de los 45 minutos, solo son sancionadas con uno o dos días de suspensión del servicio.
Un fracaso
Fernando de La Torre, integrante de uno de los colectivos de bicicletas en Quito, calificó como un ‘fracaso’ el manejo del sistema durante la actual administración municipal. A su criterio, antes de avanzar hacia un mejoramiento del servicio, se ha retrocedido.
“Existe un plan de mejoramiento de la bicicleta pública que está prácticamente estancado, quedó en el papel. El concurso se desestimó cuatro veces, por temas administrativos, es un perjuicio para la ciudadanía”, afirmó.
Según De la Torre, el haber conseguido tener la bicicleta pública fue un paso importante en el propósito de contar con sistemas alternativos de movilidad en la ciudad. “En el primer año de operación tuvimos 33 mil inscritos, ahora no llegamos ni a mil, el estado de las bicicletas es deplorable y las estaciones no sirven”, acotó.
Tres administraciones
El servicio de alquiler de la bicicleta arrancó bajo la dirección de uno de los colectivos de la ciudad, luego asumió la Secretaría de Movilidad que habló de un proceso de transición y hoy está al mando la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT).
EL DATO
Al momento, hay 613 bicicletas, entre eléctricas y convencionales.Diego Naranjo, director de seguridad vial de la AMT, comentó que en 2018, por tiempos de ejecución, no se pudo realizar la adquisición de este servicio de automatización, sin embargo, a menos de dos meses de gestión, anota que hay un proyecto, que cuenta con todos los términos de referencia, estudios económicos, estudios técnicos y que se ha puesto en consideración de la Administración General, para que se lo tome en cuenta para este año.
A su criterio, la automatización permitirá que se disminuya el uso del personal para atender las cicloestaciones, porque está diseñada para que funcione como en otras ciudades del mundo, donde desde un teléfono celular, el usuario pueda obtener su bicicleta el día y a la hora que guste.
La AMT tiene la administración del sistema desde abril de 2017. Su personal está en las estaciones (83 agentes y 10 administrativos). Ellos aseguran que han dado mantenimiento preventivo y correctivo a las bicicletas y que han aumentado el número de usuarios de 6.674 de los 2.500. (PSD)