RICARDO VERA CALDERÓN
En campaña muchos nos mostramos atentos a las propuestas de los candidatos, con la finalidad de analizar cuál es la que podría motivar nuestro voto.
Las propuestas se construyen típicamente sobre 4 ejes: Productivo – económico; regeneración, ordenamiento y obra pública; servicios básicos; y, gestión social. Sobre los tres primeros ejes no existe ninguna restricción legal sobre el monto a destinar en los presupuestos. En cambio, sobre el eje social, el Cootad en el artículo 249 determina que debe considerar en los presupuestos de los GADs municipales el 10% de sus ingresos no tributarios para el financiamiento de programas sociales.
Sin embargo, las perspectivas del ciudadano sobre la importancia del eje social no se transforman en votos. Así pues, un estudio realizado por la Consultora RV Consulting, permitía inferir que el orden de prioridad que daban la mayoría de los investigados era la que se presentó en el párrafo anterior. Entonces, en el imaginario colectivo podría percibirse que se requiere un territorio con oportunidades para trabajar y para emprender, que sea una ciudad bonita y ordenada, y que cuente con servicios básicos de calidad a tarifas justas.
Un ejemplo de que dar prioridad en el plan de gobierno seccional a la gestión social no se transforma en votos, es la popularidad del Alcalde de Quito, puesto que termina su gestión con un 15% de aceptación, a pesar de haber hecho un gran trabajo social, que se puede visualizar en los más de 200 guaguas centros que dan atención a más de 12 mil infantes de entre 1 y 5 años que reciben apoyo pedagógico, salud y nutrición y soporte familiar y comunitario. La otra cara de la moneda: una pobre gestión en obra pública.
Tal como ha sido siempre, la oferta de obra pública es la que manda en el electorado.