Hablando de propuestas

Pablo Fabián Ortiz Muñoz

Días atrás, tuve la suerte de ser invitado por el presidente de La Asociación de Cámaras de la Producción de Loja, como espectador al Foro “Loja Productiva”, con la participación de los candidatos a burgomaestre del cantón Loja, cuyo objetivo era conocer los Planteamientos y Propuestas que los postulantes tienen para impulsar y generar el desarrollo productivo del cantón.

La respuesta fue inminente al final del acto, ninguno de los asistentes salió convencido, peor aún los afiliados a los gremios, los cuales a humilde criterio esperaban verdaderas propuestas, coherentes y realizables, por el bien y el progreso de Loja.

Analizando, desde un plano más individual, sin lugar a dudar, la juventud demostró un mayor conocimiento en cuanto a la problemática y algo de proyección sobre lo que se espera realizar en cuatro años de gestión.

Por su parte, la experiencia privada, como pública, mucho hablo, pero poco dijo o convenció, lo que sí estuvo presente, fue la demagogia, con poca barba, pero muchos pelos, normal en este tipo de debates políticos.

Pero como no hablar de los que no improvisan la experiencia, estos se llevan el premio a la capacidad, doctos en el liderazgo y en la planificación; hablaron de puertos, de vías de integración y de comercio internacional, que el trabajo estaba demostrado; pensé y recapacite: 70% de los parques industriales desocupados, alta tasa de desempleo, la canasta básica más cara del país, un Municipio en acefalia, corrupción al más alto nivel, tramitología engorrosa, etc., de que progreso nos hablan; casi, casi y con un nudo en la garanta recorde el liderazgo del compañerito y sus 10 años de saqueo permanente, junto a los 40, ¡y me dije!, tan pronto olvidamos los lojanos, no es que somos intelectuales, los que más leemos.

Como que casi me olvido de los adulones y de los ciegos, que absortos exclamaban, esas si son propuestas, que capacidad, que liderazgo. Habrá que rogar que este 24 de marzo el pueblo lojano este algo iluminado y vote correctamente por el beneficio de nuestro querido Macondo. (O)