El mismo camino

La oposición y el Gobierno reanudaron el diálogo en Nicaragua con la expectativa de la excarcelación de los presos políticos y bajo presiones de Europa y Estados Unidos, que exigen adelantar los comicios del 2021 como salida a la crisis, algo a lo que el presidente Daniel Ortega se ha negado de plano.

Según organismos de Derechos Humanos, más de 600 personas están en prisión en condiciones insalubres y recibiendo tratos crueles. Las autoridades pusieron bajo arresto domiciliario a un centenar de detenidos el 27 de febrero. Y desde abril pasado, cuando comenzaron las protestas contra el Gobierno, son 325 los muertos, una cifra a la cual hay que sumarle los cientos de heridos y desaparecidos.

Los ciudadanos plantean la salida inmediata de Ortega, pues comienzan a sentir los efectos de la situación. Escasea la comida y el trabajo. Y si alguien se atreve a reclamar, se le acusa de participar en “intentos de golpe de Estado”, como llama el dictador a las marchas. El régimen no da muestras de dejar en libertad a todos los detenidos por pensar diferente. Por el contrario, el mandatario parece estar dispuesto a continuar desatando baños de sangre antes de ceder el poder.

Para completar, informar también es un delito en Nicaragua. 68 periodistas han tenido que exiliarse y varios medios se han visto obligados a cerrar, ante la falta de papel y otros insumos. Así, tanto los medios como los periodistas y el pueblo en general están expuestos a la violencia estatal. Nicaragua está siguiendo el mismo camino de Venezuela.


La paciencia es la fortaleza del débil y la impaciencia, la debilidad del fuerte”. Immanuel Kant . Filósofo alemán (1724-1804)
La paciencia es amarga, pero sus frutos son dulces”. Jean Jacques Rousseau. Filósofo francés (1712-1778)