Presidente de curso

Diego Lara León

En mi época colegial una querida maestra aconsejaba sobre lo importante de elegir líderes que nos representen (elección de presidente de curso). Nadie quería ser elegido y votábamos por el que faltó ese día a clases. Mi maestra decía claramente: “Quieren elegir a otro para que haga la tarea que ustedes no quieren hacerla, por eso el elegido hará poco ya que no lo ayudarán”.

Varias jornadas electorales han pasado desde esa lección de vida de mi maestra, ya son 25 años que ejerzo mi derecho y deber ciudadano de elegir. Pero resulta que ambas elecciones: las del colegio y las de la vida real, son muy parecidas.

En las elecciones “de la vida real”, el pueblo quiere elegir a alguien para que haga entre otras cosas lo que los electores no están dispuestos a hacer.

Exigimos de las autoridades orden, trabajo, honestidad y sabiduría, pero: ¿hemos sido capaces de iniciar ese proyecto que soñamos, de leer ese libro que prometimos hacerlo, hemos sido capaces de no contar como cierta una noticia de la cual solo conocemos el título, ya limpiamos la vereda de nuestra casa antes de criticar que está sucia, ya dejamos de echar la culpa a otros de nuestros errores?

No elijamos salvadores, elijamos líderes, pero si queremos que esas personas al ganar las elecciones hagan las cosas bien, hagamos las cosas bien nosotros. Al final esta parroquia, cantón, provincia y país lo hacemos todos nosotros, nos guste o no.

Elegir es una tarea ciudadana que no termina al rayar la papeleta, ahí recién inicia.

Que el 24 de marzo brille la democracia y quienes ganen sean humildes y sabios. Que los elegidos no estén solos, recordemos que, si no mejoramos cada uno de nosotros, no podemos exigir que el mundo a nuestro alrededor mejore.

En estos tiempos de reflexión electoral, les deseo salud y mucho trabajo. (O)

@dflara