La capital musical está de fiesta

Lucía Margarita Figueroa Robles

Durante el Gobierno del presidente Gabriel García Moreno, surge en el país el primer Conservatorio Nacional en la ciudad de Quito, pero los efectos de la distancia, la marcada distinción en épocas pasadas de la ciudad capital frente a las demás “provincias”, los medios de transporte y los de comunicación (mensajería); sumado al eminente talento de los habitantes del “último rincón del mundo” un tanto aislados por la geografía pero unidos al mundo por algo intangible y de ilimitadas fronteras e imaginación, como lo es el arte, la cultura y la educación; son las cuantificaciones que provocan en los lojanos, éste ímpetu por abrirse senderos con paso firme, motivando a sus coterráneos para que dentro de los procesos de avance de la sociedad, surja en 1944 la primera escuela de artes anexa a la Universidad Nacional de Loja, para luego llamarse Conservatorio de Música con la dirección del maestro Francisco Rodas Bustamante, hasta que en el Gobierno del presidente Velasco Ibarra y bajo la dirección administrativa del reconocido maestro Edgar Palacios, nuestro querido Conservatorio tome el nombre de una egregia figura del pentagrama nacional el insigne Salvador Bustamante Celi. Actualmente, esta misma institución llena de historia, ha pasado a llamarse Colegio de Artes Salvador Bustamante Celi, caracterizándose por ser una institución de formación artística, especializada en el desarrollo integral de los niños y jóvenes músicos, como intérpretes del instrumento, y con amplias capacidades de improvisación y composición musical. Emanando desde aquel entonces figuras musicales que conllevan a la armonía social de nuestros pueblos, cobijando a talentosos seres humanos que hoy conforman un ejército musical en diversos puntos del planeta. Hoy que celebramos estos 75 años de vida institucional, rindo un justo homenaje a la entidad que ha dado lustre a la capital musical del Ecuador. ¡Viva el Colegio de Artes Salvador Bustamante Celi! (O)