De sorpresa en sorpresa

Pablo Fabián Ortiz Muñoz

Los actos inmorales y las desfachateces de los nuevos ricos, engendrados en la época robada, siguen, y seguirán dando mucho de qué hablar en Ecuador; es que Alí Babá y los 40 no dan tregua, en las mil y una fechurías cometidas por esta horda de bandidos y descarados.

Hago alusión a la investigación realizada por el periodista Kevin G. Hall y publicada el 28/03/2019, por la casa editorial McClatchy y el periódico Miami Herald, afirmando que el ecuatoriano Carlos Pólit (prófugo de la justicia ecuatoriana), junto a su hijo John Pólit, están relacionados con la compra de varias propiedades millonarias en Miami.

Si analizamos cuidadosamente los hechos, los de corazones ardientes y mentes retorcidas, han sido unos verdaderos amantes del Dios Hermes, rindiéndole tributo en cada acto cometido, es que la sinvergüencería ya toca fondo. La trama no tiene nombre, pero si un sabor maquiavélico, todo perfectamente diseñado y fríamente calculado, unos verdaderos intelectuales del saqueo y la organización delictiva. Han sido maestros del complot, la CIA les queda corta a estos artífices de la vileza, para ellos no existe la palabra dignidad, en sus actos se involucran hijos, panas, el perro, el gato y hasta el garabato.

Si se observa cuidadosamente en cada acto cometido, la doble intención está perfectamente diseñada, todo tiene un doble propósito, una segunda opción; para cada jugosa inversión o excentricidad, asumida por estos amos de la astucia.

Lamentablemente observamos que todavía existe gente que cree en estos individuos y los defiende a diestra y siniestra. Se dice que es preferible matar a un ser humano de un tiro, que robarle la dignidad, la esperanza y el futuro, eso les duele más, ya que los mata lentamente, eso han hecho estos señores con el pueblo ecuatoriano. Poco les faltó para llevarse los edificios. Bueno, pero no se preocupen, como vivimos en el país de nunca jamás, seguiremos esperando a la justicia, como anda perdida y nadie quiere encontrarla, ni el gobierno, peor el pueblo, como andan en otras cosas, el futuro del país no importa. (O)