SHAKESPEARE ABARCA CÓRDOVA
Qué acertada la decisión del Cpc-transitorio, designando a Diana Salazar como nueva Fiscal General del Estado, tuvo que superar dos condiciones que aún son verdaderos estigmas en nuestra sociedad: es mujer y es afrodescendiente. Ser mujer en el Ecuador la incluye en una población de vulnerabilidad, potenciales víctimas de maltrato y de execrable criminalidad, no obstante, ella ha demostrado que no le tiembla nada al momento de perseguir con valentía la corrupción que, especialmente en la década pasada, se propagó como un cáncer en las más altas funciones del Estado y como digna representante del pueblo afrodescendiente, está dando fe de lo valioso de ese pueblo que aún soporta una velada y a veces abierta discriminación; qué bofetada recibieron aquellos retrógrados que aún anidan en su corazón sentimientos racistas.
Aún vociferan quienes hoy están más nerviosos que cucarachas en baile de gallinas, la criticaron por su 10/20 en la prueba teórica parcial, un escolar debería recordarles que las notas parciales son solo parte de una calificación total que resulta como promedio y que la calificación de conocimientos teóricos, aunque muy importante, no es más valiosa que la entereza de aplicar correctamente las normas, como ella lo ha demostrado; las leyes están escritas y de sobra, lo que falta es quien las aplique sin temor ni favor. Correa, que hoy cínicamente quiere dar cátedra de honestidad, le endilga inexperiencia, intencionalmente olvida que por ella está detenido Luis Chiriboga, que investigando la trama de Odebrecht puso presos a Glas y a su tío, que desmanteló la corrupción de Petroecuador y está detenido Carlos Pareja, del seguimiento al caso Petrochina, al enriquecimiento de Espinel y que gracias a ella en la UAFE Topic devolvió $13,5 millones, etc.
Fructífera experiencia es lo que le sobra a Diana Salazar y su accionar ha dado frutos porque, además de mujer sencilla, es íntegra y valiente, a ella no la endulzan las coimas, ni quiere escoltas ha dicho, se sabe respaldada por el Ecuador entero en la cruzada que iniciará para seguir identificando y acusando a los corruptos y empezar la ansiada recuperación de los recursos robados al Estado, como las caletas con cajas fuertes que citó Lenín, las mansiones del hijo de Pólit en Miami, la colección de carros de lujo de Espinel, aquello mal habido que unos pocos disfrutan, ante la mirada absorta e indignada del pueblo.