El financiamiento del FMI y de otras instituciones multilaterales, implica fuertes medidas de austeridad. Para que sean justas, sin embargo, debemos afrontarlas todos, desde los que más a los que menos tienen, desde las empresas grandes hasta las más pequeñas. Esto incluye a quienes se beneficiaron, como los que no, del correísmo. A los que callaron y los que le plantaron cara.
La gestión de la crisis dada por el dispendio y la corrupción sistemática de la “década ganada”, pasa por poner en orden la casa por dentro y por fuera. Achicar el tamaño del Estado y disminuir la masa salarial son dos de las condiciones acordadas con del FMI. Hay sectores que se resisten a aceptarlas. Pero ¿cuál alternativa que proponen conviene más para remplazarlas?
Una de cal y otra de arena: el desempleo y el empleo inadecuado han aumentado. Se pronostica una contracción de la economía del -0,5% del PIB. El 80% de los principales sectores redujeron su crecimiento en 2018 entre 1% y 2,5%. La Canasta Básica Familiar es de 713,05 dólares y la Canasta Vital de 497,99 dólares. Los intentos de desestabilización están presentes en el debate político, incluyendo todas las funciones del Estado.
En lo externo, se ha logrado disminuir (unos 300 puntos) el índice de riesgo país. En lo interno, van llegando inversiones en el aparato productivo, con un crecimiento del 127% respecto al período anterior. Se han renegociado tramos de la deuda adquirida y las ayudas a los sectores sociales más desprotegidos se incrementan. La denuncia de casos de corrupción no cesan y se judicializan. Así estamos y así vamos caminando.
Cuando odiamos a alguien, odiamos en su imagen algo que está dentro de nosotros”. Hermann Hesse Escritor suizo, de origen alemán (1877-1962)
No dejes que se muera el sol sin que hayan muerto tus rencores”. Mahatma Gandhi Político y pensador indio (1869-1948)