POR: Manuel Báez R.
Como quiera ya pasamos el acto de las elecciones, creemos pertinente entregar a los triunfadores, a la cabeza la alcaldesa Andrea Scacco y la Cámara Cantonal de Ibarra el siguiente pedido que será la bandera de acción en el nuevo GAD:
Ibarra es un esplendor, en una gloria matutina, como jamás hubiera visto. El cielo es de pálido azul sin una nube. Las colinas se elevan hacia él, según la purpúrea vestimenta de los arbustos y los diamantinos destellos de afluentes y riachuelos más el brillo del granito.
Siempre se vive conforme por donde viene el viento trayendo tristes lamentos que pueden llamar la atención.
Se debe construir una realidad de acuerdo con nuestra percepción; no permitamos ninguna trivialidad como que percibimos imaginariamente, pensemos que todo lo que se está creando para la ciudad lo primero es para nosotros mismos, en el tiempo y en el espacio y luego para el mundo entero, pero a final de cuentas, es nuestra mente la que ve, escucha, saborea, huele y toca.
Aquellos que vienen de visita ganan todos los objetivos de un gran paseo. Solamente así lograremos construir un maravilloso destino turístico, como es el deseo de todos.
Que propios y extraños proclamemos el gusto de tener y saber que Ecuador tiene en Ibarra el ícono donde el abrazo es genial y la mirada es amor. Aquí está la relación tan estrecha donde el pueblo tiene durante siglos una convivencia y una supervivencia junto a una naturaleza por demás generosa.