ORLANDO AMORES TERÁN
El yangamanahisca desea que involucremos a Moreno, para evitarse enjuiciamientos, seguro de que no los van a instaurar si lo engancha a sus actos crapulosos. No olvidemos que Moreno fue vicepresidente, por conveniencia del oportunismo castro-narco-comunista, no porque gozaba de la confianza de aquellos, para quienes es «traidor». Recuerden que siempre apareció relegado del poder, con una función social: Manuela Espejo. El actual mandatario es responsable por no actuar contra la organización criminal que lidera el correato, pero no creo que haya tenido poder de decisión, en los actos corruptos del régimen del que formó parte, puesto que todas las funciones las absorbió el innombrable.
Hay que proscribir la organización criminal del yangamanahisca, porque es un movimiento fascistoide narco-comunista. Los narco comunistas se dieron cuenta que no iban a acceder al poder por medio de guerrillas armadas, entonces, diseñaron la toma del poder a través de elecciones, y para consolidarlo involucraron a mandos militares proclives a la corrupción, que sin ningún escrúpulo se transformaron en el brazo armado de los narco-comunistas, a quienes por lógica, honor, patriotismo, deberían exterminar, en lugar de proteger.
Con su actitud obligaron a la fuerza pública, a responder a intereses protervos del narco-terrorismo que está detrás de los movimientos que propician un supuesto socialismo del siglo XXI, que no es otra cosa que el atraco de los bienes de la Nación, la destrucción de su estructura económica, moral y social, para provocar el surgimiento de una «oligarquía» narco-comunista vinculada internacionalmente.
Al paso que va el actual régimen, más rápido irá preso Moreno, que el mayor canalla de la historia republicana. Deberían ya, enjuiciarlo por delitos imprescriptibles, por asesinato, por delitos de lesa humanidad. El Comando Conjunto de las FFAA debería enjuiciarlo por traición a la Patria, en base a vídeos donde se establece que en cumplimiento de órdenes del Secretariado de las FARC, retiró la Base de Manta y a mandos de frontera que eran «hostiles» a los narco-terroristas.