Infraestructura sanitaria

LUIS COELLO KUON-YENG

Un reciente informe periodístico publicado en Diario La Hora Esmeraldas, da cuenta que en enero del año en curso, una Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional emitió un informe, el cual determina que el edificio que se encuentra actualmente abandonado y que alguna vez albergó al hospital Delfina Torres de Concha, tiene que ser reabierto y debe reactivarse para beneficio de las personas que viven en la parte centro-norte de la ciudad. Una noticia halagüeña para toda la ciudad, pero hay más cosas en temas de infraestructura sanitaria que están aún pendientes a nivel provincial y son extremadamente prioritarias solucionarlas, debido a la creciente demanda de atención médica-pública y ante una oferta que en muchos cantones se ha tornado deficitaria.

Apoyamos la iniciativa de la Subcomisión que recomienda la reapertura del edificio del hospital Delfina Torres. Con varios colegas creemos que lo mejor sería que esa estructura se la defina como un hospital del día, además de ser un centro materno infantil y sean derivados casos de mediana complejidad. Otro punto caliente es al respecto del local en donde funciona en hospital básico del IESS. Hace ya aproximadamente cuatro, años el expresidente del IESS, Richard Espinoza, ofreció un nuevo hospital general para Esmeraldas, pero no cumplió. Las necesidades son importantes y se requiere una infraestructura sanitaria más grande, más moderna, que satisfaga tanto a los usuarios como a los trabajadores.

En el resto de cantones hay algo similar, salvo excepciones que muestran avances en la atención pública de salud. Me refiero a Rioverde, Muisne y San Lorenzo, que cuentan con centros de salud tipo C modernos, cómodos. Pero hay otros lugares donde las edificaciones de más de tres décadas no han ido acorde con el crecimiento poblacional y la tecnología médica que se requiere. Me refiero a los hospitales de San Lorenzo, Barbón y Limones, Atacames, Muisne y Quinindé. He visto personalmente que estos hospitales ya cumplieron su vida útil y como dije antes se quedaron detenidos (en estructura y espacio físico).

Loable de quienes los administran y tratan de darles un “valor agregado” en beneficio de los usuarios, pero físicamente ya no dan más. Encomiable la labor de los trabajadores y, sobre todo, me referiré a los profesionales de la salud, que deben dar atención con lo que haya y la oferta a veces es exigua. Ahora que hay electas nuevas autoridades, sería correcto que se empoderen de este tema.

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