Jaime A. Guzmàn R.
La ciencia médica ha avanzado muchísimo: existen especialistas de alta calidad, un arsenal de medicamentos que sanan muchas enfermedades y técnicas quirúrgicas que salvan muchas vidas. Existen psicólogos y psiquiatras que han sacado a flote cuadros depresivos graves.
Algo es algo, pero… ¿se ha hecho algo en torno a los efectos demoledores que está causando el consumo de drogas en la juventud?
Convencido que la solución definitiva a un problema no existe… pienso que, sin llegar a perder la esperanza, conseguir una mayor comprensión pública del problema, admitiendo, primero, la existencia de un gran número de conciudadanos lojanos que están inmersos en este problema; y, en segundo, aceptando que, desde el punto de vista constitucional y legal, dichas personas tienen derecho a su inserción en la sociedad a través de las oportunidades que no podemos negarlas, es un gran paso.
Los estudios realizados en nuestra provincia revelan cifras alarmantes de hogares con hijos adictos a las drogas que no encuentran agencias ni mecanismo idóneos para restablecer a sus familiares.
Ante esta situación, para llegar antes que el cataclismo, pienso que el control de este mal, solo tendrá sentido si se adoptan medidas de previsión urgentes, tanto de carácter legislativo en materia de tutela, como en la creación de Centros de Rehabilitación que deben tener categoría de servicio público, dependientes del Estado, con capacidad suficiente para el desarrollo personal y la integración social de estas personas.
Como dato anecdótico, en Portugal e incluso en España existen Centros de Rehabilitación que, a más de dar tratamiento médico y psicológico, cuentan con un plan de reinserción laboral que han ayudado a los adictos a dejar el consumo de narcóticos.