Resulta que somos el patio trasero del Ecuador, a un funcionario de tercer nivel de la Flopec, se le ocurrió decir que debemos pedir permiso para entrar en su patio, refiriéndose al uso que podemos dar los esmeraldeños y ecuatorianos a la playa del balneario de Las Palmas y su parque. Tal es el engreimiento de afuereños de la Sierra, que se creen dueños del país, solo por el hecho de gozar de un cargo público.
Actualmente y desde siempre, a los esmeraldeños nos ofenden y nos agreden con las empresas industriales contaminantes, como el caso de la refinería, termoesmeraldas y ahora, lo más actual, montan la empresa hidroeléctrica Manduriacu para servicio de los señores quiteños y en vez de hacer como obra suplementaria una piscina de tratamiento de los desechos químicos como amoniaco y otros, buscaron el camino más fácil, lanzar cada tres meses los desechos de sedimentación que acumula esa industria y los lanzan sin ningún escrúpulo ni criterio ambiental y técnico, peor humano, digo, lanzan su veneno al río Machángara, el que en su recorrido termina pasando por el río Quinindé luego al río Esmeraldas, hasta terminar en el océano Pacífico, causando muerte y contaminación en flora, fauna y el agua que nos servimos los ciudadanos esmeraldeños.
Es muy importante poner atención a esta criminal agresión que estamos sufriendo los esmeraldeños; se trata que técnicamente el amoniaco puede estar en los ríos que son surtidores de las aguas de uso humano, máximo en un uno por ciento (1%), sin embargo, en las mediciones hechas, cuando los quiteños lanzan su veneno mortal contaminan nuestros ríos, los niveles de amoniaco suben a un 22%, lo cual es letal. Escuchaba la opinión de un legislador confundido, que plantea que debe exigirse remediación; no señor, no se puede remediar o compensar lo irremediable.
Se trata de la vida de 460.000 habitantes, que somos seres humanos, que merecemos nos respeten nuestra salud y vida, lo que debe exigirse de manera inmediata, es que se termine con el lanzamiento del veneno mortal, si es necesario que cierren la planta hidroeléctrica de Manduriacu, tenemos en el Ecuador suficiente producción de energía eléctrica, de tal suerte que no es imprescindible el funcionamiento de esa tal industria; demandamos el cierre inmediato de la Manduriacu.