Padres del sueco Ola Bini piden a su gobierno que intervenga

Foto: EFE
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Copenhague, EFE

Los padres del experto informático sueco Ola Bini, detenido en Ecuador como presunto miembro de una «red de espionaje» vinculada al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, urgieron hoy al Gobierno de Suecia a intervenir en el caso.

En una carta abierta al Ministerio de Exteriores sueco y difundida por la televisión pública «SVT», Dag Gustafsson y Görel Bini Gustafsson, padres de Bini, acusaron a las autoridades ecuatorianas de violar sus propias leyes, reteniendo por ejemplo al informático 17 horas sin notificarle de qué estaba acusado.

A Bini tampoco se le informó de sus derechos en su lengua ni se le mostró ninguna orden de detención, según sus padres.

«Como ciudadanos suecos exigimos que el Gobierno y Exteriores muestren que no aceptan que un ciudadano sueco sea tratado de este modo en otro país», consta en la misiva.

Los progenitores de Bini creen que lo ocurrido excede su caso concreto y que se trata de «cómo queremos que nuestras autoridades protejan los derechos de los ciudadanos suecos en el extranjero«.

Suecia no se ha pronunciado de forma oficial sobre Bini, aunque un portavoz de Exteriores aseguró a «SVT» que están en contacto con su familia, han recibido la protesta y siguen de cerca un caso que consideran «serio».

Bini, de 36 años, fue arrestado hace dos semanas -el mismo día que Ecuador suspendió el asilo a Assange en su embajada en Londres- como presunto miembro de una red que se dedicaba a infiltrarse en sitios oficiales y obtener información electrónica, según el Gobierno ecuatoriano.

Ecuador sostiene que esa red podría haber sido dirigida desde la embajada, donde Assange trató de instalar un «centro de espionaje», en palabras del presidente ecuatoriano, Lenín Moreno.

Quito ha asegurado que Bini, que llegó hace seis años a Ecuador y tiene una orden de prisión preventiva por 90 días, visitó al fundador de WikiLeaks en catorce ocasiones, la última en enero pasado.

Los padres del informático denunciaron en una entrevista a Efe en Quito, adonde han viajado para seguir de cerca el caso, que su hijo ha sido arrestado por «la amistad» que tenía con Assange y por tener «un montón de ordenadores y equipos electrónicos», pero aseguraron que no forma parte de WikiLeaks.

Assange se encuentra detenido en Londres, a la espera de una decisión sobre una eventual extradición a Estados Unidos, donde teme ser condenado a prisión por «conspiración para infiltrarse en ordenadores» gubernamentales para obtener información clasificada.

Los problemas de Assange con la justicia comenzaron en 2010, cuando la Fiscalía sueca le abrió una investigación preliminar por cuatro supuestos delitos sexuales y que derivó en una orden de arresto europea y su posterior detención en Londres.

A partir de ahí comenzó un proceso que culminó en junio de 2012, cuando el Supremo reafirmó la extradición a Suecia y el periodista se refugió en la embajada de Ecuador, que le concedió asilo.

Las autoridades suecas cerraron la investigación en mayo de 2017, aunque estudian ahora una petición de reabrirla por el único delito que no ha prescrito, una supuesta violación.