Zozobra en el servicio

La Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2010 reconoció explícitamente el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. Aunque lo resuelto por Naciones Unidas resulte obvio, en países en subdesarrollo el acceso a agua potable aún resulta un sueño poco alcanzable, en medio del despilfarro de recursos o los elevados índices de corrupción que arrebatan la esperanza de mejorar las condiciones de vida de los más necesitados. Sin irnos muy lejos, y aunque la situación no obedece a una falta de acceso al líquido vital, en nuestro cantón Ambato no estamos ajenos a un servicio deficitario de agua potable, más aún cuando existen pugnas de poder para administrar las Juntas de Riego o Agua Potable. El caso concreto ocurre en la parroquia de Pinllo, donde no ha existido autoridad que resuelva y clarifique el conflicto ocasionada alrededor de la competencia de administración del agua potable, misma que se encuentra en clara disputa entre una Junta de Agua recientemente creada y el Comité Pro Mejoras de la Parroquia que administra la provisión de este servicio en el sector durante años. Resulta confuso y vergonzoso que en los tiempos que vivimos, aun sometamos a largos trámites legales, judiciales, una disputa que trae como consecuencia un deficitario servicio y confunde a los beneficiarios del servicio, pues existe un claro desconocimiento y miedo a pagar por el servicio en el ente equivocado, y que luego que exista una resolución legal en firme dichos valores no les sean reconocidos.

Esta interminable pugna ha ido en escalada, las presiones de pago hacia los usuarios conllevan presiones bajo condicionantes de coactiva por rubros impagos, aspecto que genera mayor incertidumbre en los usuarios del servicio, y más aún cuando existen inconvenientes o suspensiones en la dotación de agua potable, donde el proceso de reclamación se vuelve engorroso en medio de todo este hostil ambiente. Hace pocos días la falta de presión de agua y cortes fueron frecuentes, las reclamaciones tuvieron una demorada respuesta sin posibilidad de exigir por algo que hasta el momento no posee un ente legalmente responsable para el efecto. Hasta cuando podemos tolerar que algo tan fundamental y básico como la administración del servicio de agua potable, pueda contemplar un ente debidamente conformado, que busque calidad en su prestación y la satisfacción de los usuarios, quienes actualmente pagan por una contraprestación que no retribuye los estándares mínimos que debe considerarse. Senagua y Municipalidad de Ambato deben tomar cartas en el asunto, y zanjar este problema que no hace más que detener el desarrollo de los habitantes del sector y afectar sus derechos humanos.