Entre las dos Españas

En España se están celebrando las elecciones generales de las Cortes de Diputados. Que significa la elección del Congreso, mismo que designa al presidente, al ser el español un sistema parlamentario.

Estas elecciones se presentan diferentes a las útimas vividas desde 2014, cuando empieza el quiebre del sistema político surgido del famoso 15M. Diferentes, porque retorna por un lado el clivaje derecha-izquierda, y por otro, porque el problema de Cataluña se presenta en la agenda clara de los partidos y sus votantes.

La disputa izquierda-derecha, parecía no perdido, pero cuanto menos difuminado con la inserción de Podemos en el sistema de partidos, ellos abogarían por una escisión que ya no era horizontal, sino sobre todo vertical, una disputa arriba-abajo, entre una ´casta´ corrupta y neoliberal frente a un pueblo noble y subyugado. Eso ya no es así. La coalición electoral Unidas Podemos, ahora vuelve a buscar disputar el espacio de la izquierda, en clara renuncia de su agenda transversal, que coincide con la menos importante salida del numero dos del partido: Iñigo Errejón. La apuesta de Iglesias en la campaña fue a un gobierno de izquierdas en coalición con el PSOE, del cual renegaban en 2015, un gobierno de derechas del PSOE con Ciudadanos o uno de lo que han dado por llamar el trifachito, por fachas o fascistas, del gobierno de las tres derechas, las aparentemente moderadas: Ciudadanos y PP y el partido de extrema derecha: VOX.

La irrupción de VOX ha movido el espectro ideológico de reconocimiento de los partidos políticos. PP y Ciudadanos han aumentado la retórica nacionalista y radicalizado su discurso, en parte para no perder el electorado conservador y en otra, por sentirse autorizados a romper con cierto moralismo político que mantenían frente a discursos más incendiarios como el del VOX, de las alusiones al Dictador Franco, el ataque al feminismo y el rescate de un discurso ultranacionalista, que parecía ya superado.

El PSOE se encuadra como el partido bisagra; débil posibilita el gobierno trifachito, como pasó en Andalucía. O un gobierno de centro mirando a la derecha con Ciudadanos o uno de izquierda a la portuguesa con Unidas Podemos.