Conciliación jurídica y técnica

Una serie de reformas constitucionales y legales en esta última década al tratarse de litigios en el orden penal, civil, laboral, tributario y otros, han hecho constar en sus textos una forma jurídica y técnica para la solución de conflictos, llamada conciliación, que se rige bajo los principios de voluntariedad de las partes procesales, confidencialidad, flexibilidad, neutralidad, imparcialidad, equidad, legalidad y honestidad; por decir en materia penal en delitos que tengan una pena que no pase de cinco años, es decir en muchísimas infracciones menores, como en los de tránsito que no tengan resultado de muerte como excepción, así como también se puede conciliar en delitos contra la propiedad que no exceda su valor a los treinta salarios unificados; no se puede conciliar tampoco en infracciones que atenten a los intereses del Estado, en delitos sexuales y también en infracciones de violencia contra la mujer y el núcleo familiar.

Entonces debemos entender que se puede conciliar en un no menos del setenta y cinco por ciento del catálogo de delitos, esto es en la mayoría de infracciones. Como excepción se puede conciliar en caso de menores de edad en delitos de hasta diez años de pena. Y no se diga en litigios civiles, laborales, tributarios, que son una infinidad, se puede conciliar en todos.

La conciliación tiene como finalidad conseguir la paz social; pues los juicios en general no traen los mejores resultados, sino pérdida de tiempo, de dinero y tranquilidad, independientemente de quién sea el ganador, dado que en la realidad tanto el accionante como el accionado habrán perdido; de ahí es que tanto en casos penales como en civiles, el jurista debe propender a solucionar el conflicto entre los litigantes, ya que ellos en la práctica lo que quieren es terminar con el litigio, que contribuirá a la paz social y al sumak kawsay, que no es otra cosa que la expresión ancestral del buen vivir.

Claro está que también hay colegas y litigantes que no les gusta conciliar porque creen que están declinando honor y dignidad; eso no es así.

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