Jueza llama a juicio al pastor Jonathan Carrillo por el secuestro de Juliana Campoverde

Redacción QUITO

El pastor Jonathan Carrillo, acusado del delito de secuestro extorsivo con resultado de muerte, deberá enfrentar un juicio después de que la jueza Yadira Proaño emitió su resolución.

Esta mañana, pasadas las 09:00, se reinstaló la audiencia de evaluación y preparatoria de juicio para conocer la decisión sobre el llamamiento a juicio.

La magistrada resolvió que existen los elementos de convicción para sostener un llamado a juicio. La Fiscalía presentó más de 100 indicios que indicarían que el pastor es el presunto autor del delito, cuya pena es de entre 22 y 26 años de prisión.

Al escuchar la resolución, el padre de Juliana, Absalón Campoverde, exhaló por la boca al finalmente conocer la resolución. Él considera que este era el siguiente paso y que ahora se deberá atravesar un juicio que duraría más de una semana.

Otras medidas

Al concluir la audiencia, la jueza ratificó la prisión preventiva para Carrillo, quien está detenido en la cárcel de Latacunga.

Su hermano, Álex Carrillo, estuvo presente durante los tres días (no consecutivos) que duró la audiencia. Al salir señaló que su familia estaría siendo perseguida, lo cual fue rechazado por la defensa de los padres de Juliana, quien señaló que la víctima fue Juliana y no el pastor y su familia.

Sobre el pastor también pesa la prohibición de enajenar bienes para cumplir con la reparación integral a la víctima, según dispuso la jueza. Proaño, además, levantó la orden de detención con fines investigativos que tenían el padre y el hermano del pastor.

Los elementos

Para la etapa de juicio, habrá cientos de testigos entre testimoniales y peritos, además de documentos, que deberá ser analizado por el Tribunal. Solo la defensa del procesado solicitó la presencia de más de 300 personas, pero el abogado Paúl Ocaña señaló que analizará quiénes serán de utilidad para su estrategia.

En su caso, dijo, también está pendiente la resolución sobre el acuerdo de cooperación eficaz que tiene el procesado con la Fiscalía. A su criterio, sí proporcionaron información que le permitió a la fiscal Mayra Soria tener más indicios, especialmente la presunta ubicación del cuerpo de Juliana, aunque no fue encontrado.

Por otro lado, la fiscal solicitó más de 100 testimonios, incluidos, peritos para sostener su tesis de que Juliana estuvo con el pastor, que mediante engaños se subió a su vehículo, fue trasladada a un motel donde la habría violado y, posteriormente, le habría matado. Ella cuenta, entre otros elementos, con las versiones del procesado, quien admitió el delito, de los padres y de personas cercanas a Juliana. Además, varias reconstrucciones y pericias sobre las llamadas y mensajes enviados desde el número de Juliana, pero del teléfono del pastor.

Finalmente, la acusación particular pidió la comparecencia de más de 200 personas. La abogada Pamela Chiriboga señaló que el juicio podría durar más de una semana, por la cantidad de pruebas solicitadas.