Huertos Urbanos

Verónica Narváez

A pesar de no ser muy hábil para la agricultura he logrado tener mi pequeño jardín lleno de plantas de consumo. Empecé con el compostaje de los residuos orgánicos de la cocina, en poco tiempo germinaron al menos 10 plantitas de papaya, guabas, tomate, maracuya, mango y algunas que espero que sigan creciendo y descubrir que podré cosechar. Las plantitas que identifico están creciendo muy bien y para complementar adquirimos en casa dos limoneros, arazá, un arbolito de mandarinas, créame es muy pequeño mi jardín y todos tienen su espacio y nombre, y es que, para motivar a los niños a cuidar las plantas, cada una tiene un nombre, así el árbol de mandarina se llama mamá, el limonero es papá y así hasta los niños vecinos tienen su nombre en nuestro jardín.

Insisto, pertenezco a ese 1% de la población a los que hasta los cactus se le mueren, pero ahora veo crecer mi pequeño huerto y estoy motivada a continuar hasta cultivar mis vegetales y frutas, es realmente fácil y todos pueden intentarlo, empiece separando los residuos orgánicos y mezcle con tierra negra preferible, mueva frecuentemente y así sucesivamente generará su compost y también tendrá plantitas germinadas en su abono.

Las ventajas son económicas y para su salud, ya que garantiza un producto sin agrotóxicos y vamos aprendiendo cada día algo nuevo que le permita compartir con su comunidad. Solo con mi vecina hemos intercambiado ya unas cinco plantas y gracias a ella voy 2 variedades de menta. Le invito a que experimente como yo la agricultura urbana, cultive sus propias hortalizas, verduras y frutas, así tendrá sus propios productos nutritivos y ecológicos, disfrute del resultado de su esfuerzo y sobre todo comparta su experiencia con todos.

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