RICARDO VERA CALDERÓN
La próxima semana se posesionan las autoridades seccionales, siendo los Alcaldes los que tienen la tarea más compleja, debido a las amplias competencias y responsabilidades que tienen, lo que genera una gran expectativa principalmente en las zonas urbanas, ya que es tendencia que las políticas públicas aplicadas hasta ahora en varios cantones, no han alcanzado para satisfacer las infinitas necesidades de la comunidad.
Ya se acabó la resaca de la emoción de haber ganado, así como las amplias sonrisas de los triunfadores para inundar las redes sociales, por lo que es hora de aterrizar en la realidad de la ineludible responsabilidad que se deriva de haber accedido al poder por mandato ciudadano, y las implicaciones que surgen por la ansiedad del Pueblo debido a las impresionantes ofertas de campaña.
En Santo Domingo el nuevo Alcalde tiene muchos retos, una ciudad en caos, un limitado presupuesto, y miles de peticiones en espera, lo que genera un escenario bastante incierto. No se ha hecho público quienes serán parte de su equipo ni cuáles serán las principales acciones que se tomarán, lo que da más dudas que certezas de cómo será el estilo del nuevo burgomaestre.
Hay algunos temas sensibles que la ciudadanía espera tener señales inmediatas, como el de la reubicación de los comerciantes informales, el programa de vivienda popular ofertado en campaña, la revitalización de un destruido sistema vial, y los proyectos de saneamiento y agua potable. Las primeras acciones que debería tomar son la redefinición del POA y del PAC, lo que implicaría una primera reforma al presupuesto en el mes de julio, para intentar poner en marcha algunos programas de corto plazo en este mismo año.
La tarea es difícil para el Ing. Erazo. Ojalá tome las decisiones correctas.