‘Dicen las estrellas que los fugaces somos nosotros’

Zoila Isabel Loyola Román

Este mayo de 2019, nos permitirá tener ante nuestros ojos una de las galas meteorológicas tan extraordinarias como maravillosas, que es la lluvia de estrellas fugaces.

¿A quién no le ha fascinado estos espectáculos fugaces y eternos de nuestro planeta?: mirar como cae la lluvia; cómo las nubes van de un lugar a otro cambiando de forma; el esplendor de un arcoíris que exhibe majestuoso sus colores: ocre, anaranjado violeta, rojizo, y que nos ofrece paz y la certeza de que la alianza seguirá por siempre; el último rayo de una puesta de sol; el relámpago atronador que ilumina por instantes la oscuridad de la noche; la tierra que tiembla y nos sobrecoge haciéndonos temblar a nosotros también; un amanecer; un atardecer; una noche de estrellas o una noche oscura; las estrellas fugaces que como centellas cruzan el cielo, nos traerán siempre reminiscencias de infinito. ¡Qué espectáculo tan bello e inquietante a la vez! ¡Qué impotencia tan absoluta se siente cada vez que contemplamos el cielo, y nos recuerda que nosotros somos fugaces y eternos, también!

Bécquer y las estrellas nos dicen que los fugaces somos nosotros y yo me pregunto ¿si tienen o no tienen razón?

Al brillar un relámpago nacemos

y aún dura su fulgor cuando morimos;

¡tan corto es el vivir!

En este instante irrepetible y maravilloso de nuestra vida, en el que el tiempo pasa inexorable, yo decido si lo dejo pasar o si lo aprovecho y me revisto de mis mejores galas de sueños, y con el corazón exultante de alegría, por tanto, que tengo que aprender, por tanto, que observar, por tanto, que dar gracias. Lo importante es que sepa disfrutar cada momento y el momento de ser feliz, solamente es ahora, mañana puede ser, que sea demasiado tarde. ¡Feliz fugaz y eterno viaje, alrededor de la vida! (O)

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