FFAA vs. hampa

ORLANDO AMORES TERÁN

Los miembros de la organización criminal que atracó Ecuador, ni siquiera son marxistas, demostraron hasta la saciedad ser mediocres, trepadores, cínicos, ineptos, aprendieron tres canciones protesta para impresionar a ingenuos. Obedecen a castro, en el cumplimiento de consignas del Foro de Sao Paulo. Carecen de escrúpulos, lo mismo les da obtener financiamiento del cohecho o del narco-terrorismo.

Tampoco son «populistas», son castro-narco-comunistas que conformaron partidos para saquear estados, una vez que toman el poder a través de elecciones, ante el fracaso de mantener el foco insurgente, como vía al poder. Por tanto, poco sirve que FFAA salgan a detener criminales, si jueces «revolucionarios» les darán libertad, aplicando tecnicismos, diseñados por delincuentes que hicieron las leyes para favorecer el delito y proteger reos.

Si desean controlar el hampa, permitan que los ciudadanos porten y usen armas en defensa de su integridad y bienes, ello se transforma en apoyo efectivo a la labor de seguridad de la fuerza pública; además, saquen a los jueces que ingresaron o fueron promovidos durante la década infame, puesto que de algunos ni siquiera constan sus calificaciones, otros, aparecen con notas altas, lo cual es dudoso, por su estulticia y aberración demostradas en sentencias, hacen parte del sicariato judicial que provocó impunidad, abuso e injusticia, instaurado como política estatal, durante el régimen del innombrable, quien eliminó Base de Manta, impuso tabla de consumo, legalizó microtráfico, removió mando hostil al narco-comunismo. Un país colapsa cuando su masa inteligente, sobrevive otorgando bienes o servicios; mientras imbéciles serviles ocupan ministerios, judicaturas y demás funciones, dedicados a los sobornos, leído al revés «son robos»; basta ver Cuba, Venezuela. Hay que parar la narco-legislatura que transforma la legislación en instrumento extorsivo, a través de impuestos, multas, ley de tránsito que convirtió a los conductores en delincuentes, más peligrosos que terroristas; los persiguen por todo: velocidad, llantas, luces, pito, parabrisas, triángulos, franela, esparadrapo. ¡Suficiente!

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