Nuevo despertar

EDUARDO TABAREZ RAMÍREZ

Cuando se haga la publicación de este comentario, son pocos los días transcurridos en la administración de los denominados gobiernos seccionales y provinciales. Somos la única provincia del país donde sus dos principales autoridades de elección popular son mujeres, qué mejor respuesta saber que caminamos por un nuevo sendero, ejemplo del no machismo que tanto daño y desprecio ocasiona.

Qué satisfacción y orgullo deben sentir estas dos damas de nuestra sociedad, de ostentar tan altas funciones, que después de la alegría también pensar en la inmensa responsabilidad para con la ciudad y provincia, donde hay tantas necesidades básicas insatisfechas, aún esperamos los verdaderos cambios ofrecidos que solo fueron meros spot publicitario en campañas anteriores.

Uno de los aspectos metodológicos elementales de administración gerencial es: Iniciar con una reingeniería integral cuyos resultados evaluativos conllevan a la toma de decisiones internas y ya con los insumos claros establecer planes de acciones prioritarios. Lo dicho es fácil escribirlo, más aún leerlo; admito la complejidad que esto representa, pero para eso se eligen autoridades, precisamente para tomar las riendas que permitan la gobernabilidad que nos conduzca al progreso. Todo cambio genera resistencia, si no actuamos en el momento oportuno dejamos pasar la mejor oportunidad de concretarlo, el tiempo no espera, los días corren y llega la navidad.

Nuestros sueños se han dado una nueva oportunidad a la ciudad y provincia pujante, que nuestra referencia interna y externa no solo la constituyan hermosa geografía marítima y gastronómica, etc., etc., el compromiso es de todos los esmeraldeños, debemos volver a empoderarnos del legado que con acierto e inspiración escribió nuestro y por siempre recordado Tácito Ortiz Urriola: “Esmeraldas, altiva y bendita, joya augusta de nuestro ecuador”.

Señora Alcaldesa, señora Prefecta, esperamos el mejor de vuestros esfuerzos, la esperanza de nuestro pueblo se ha volcado a ustedes en un ¡nuevo despertar!

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