Creencias afroesmeraldeñas mantienen vivos a algunos personajes

RITUALES. Las fiestas católicas bailadas y cantadas forman parte de estas creencias. (Foto: El santoral católico)
RITUALES. Las fiestas católicas bailadas y cantadas forman parte de estas creencias. (Foto: El santoral católico)

Los mitos, las leyendas y la espiritualidad del pueblo afroecuatoriano se han mantenido hasta estos tiempos, debido a la oralidad, una manera de transmitir conocimientos, de relatar la realidad y describir el entorno. Varios de ellos son recogidos y analizados por Fernando Palacios Mateus, en el libro ‘Culturas intangibles en movimiento: la música tradicional afroesmeraldeña’.

La tradición afroesmeraldeña no dispone ni de amplitud, ni de variedad de mitos, asegura, pero en su texto recoge un par de ellos, recopilados por el investigador Jean Rahier en la década de los 80’, y que demuestran la presencia de la muerte en la costumbre de este pueblo.

En uno de ellos escribe sobre Dios, Adán y Eva en el paraíso y los regalos que el ser supremo les entregaba. En una ocasión les dio una piedra negra, y no supieron qué hacer con ella, entonces la devolvieron. A cambio Dios les regaló una cabeza de plátanos que se la terminaron en poco tiempo, y luego les dijo: “Ya que no aceptaron la piedra negra, conocerán la muerte. Ahora los hombres nacerán, crecerán y morirán como los plátanos”. Entonces, apareció la muerte.

PRÁCTICA. Los curanderos son personajes que se mantienen vivos en el pueblo afroesmeraldeño. (Archivo)
PRÁCTICA. Los curanderos son personajes que se mantienen vivos en el pueblo afroesmeraldeño. (Archivo)

Personajes de las leyendas
Según el libro de Palacios, el ideario tradicional afroesmeraldeño tiene varios personajes malignos y legendarios que interactúan con el entorno social y modifican el comportamiento de la población esmeraldeña. Incluso estos seres son protagonistas de varias piezas musicales tradicionales de este pueblo.

‘La Tunda’ es una mujer que tiene preferencia por los niños y niñas, y sus almas. Se los lleva con engaños, los alimenta con camarones cocinados y los deja ‘entundados’ para siempre. El sonido del bombo sirve para ahuyentarla, por ello este instrumento es tocado en los velorios de los infantes para evitar que se apropie de sus almas.

El ‘Riviel’ es un muerto viviente que recorre en las noches los ríos en una pequeña canoa. Proyecta una luz azulada, arrastra a los marineros hacia aguas turbulentas y se apropia de sus almas. Para enfrentarlo se realizan rezos.

Para la ‘Gualgura’ existen dos versiones. Unos dicen que es una gallina negra que en las noches se convierte en hombre y secuestra a sus víctimas, y que para evitar su presencia se deben hacer señales de cruz sobre las orejas. Otros manifiestan que es una bruja que chupa la sangre a los niños, por eso optan por bañar a los recién nacidos en aguas especiales.

El ‘Diablo’ está muy presente en la cosmovisión afroesmeraldeña. Se presenta camuflado, en forma humana y desprende un fuerte olor a azufre. Gusta de tocar y bailar la marimba y recita décimas, pero si la gente lo enfrenta, se ríe de él y reza décimas católicas, este desaparece.

La espiritualidad
El escritor e investigador Palacios señala que el plano espiritual ocupa un lugar relevante en el imaginario del afroesmeraldeño. Se refleja en lo religioso, en la divinidad y en las prácticas mágicas.

En el ámbito religioso, las numerosas fechas sagradas del calendario litúrgico son celebradas masivamente en las comunidades. A ellas acuden distintas generaciones de hombres y mujeres y la música ocupa un lugar relevante.

En lo mágico, el uso de conjuros es práctica usual en este grupo cultural. Son los denominados curanderos, brujos o chamanes, conocedores de las plantas autóctonas, sus propiedades curativas y nocivas y de numerosas oraciones, los que trabajan en el ámbito mágico, para limpiar el ‘mal de ojo’ o ‘mal aire’, generalmente de los niños, entre otros.

Asimismo, en la tradición, los ámbitos existenciales de la vida y la muerte se hallan estrechamente unidos. En ellas los personajes de leyenda son espíritus que transitan en el limbo, “se encuentran en el umbral entre la vida y la muerte. Además existe una relación simbólica entre los vivos y los muertos, donde el alma de los difuntos que vaga sin encontrar descanso precisa de los rezos de los vivos para redimirse”. (CM)