La diversidad artística de un chibuleo recorre todo el país

DESTREZA. El artista nacional logra con sus manos plasmar la cosmovisión andina en sus cuadros.
DESTREZA. El artista nacional logra con sus manos plasmar la cosmovisión andina en sus cuadros.

Redacción TUNGURAHUA

Sayri Lligalo es un artista plástico oriundo del pueblo de Chibuleo, ubicado al suroeste de Ambato, que se dedica a todas las formas posibles de expresión del arte.

En un modesto local, llamado ‘Sayri Art’, que abrió hace un año en Miñarica San José, él dedica sus jornadas a trabajar en cuadros grandes de 50×80 cm para llevarlos a una exhibición de arte. La técnica que tiene en sus manos es evidente, puesto que trabaja en esto desde muy joven.

En un ambiente relajado, el artista comentó haber viajado por toda Europa, siendo Finlandia el único país del Viejo Continente que no tuvo el privilegio de conocer su arte. Esta aventura la llevó a cabo por seis años.

Su viaje
En el transcurso de su travesía, logró exponer su música con toda la gente que se acercaba a conocerlo y escucharlo. En ese entonces entonaba ritmos andinos usando el charango y otros instrumenos de viento.

Este deseo de conocer otras culturas y de aventurarse en tierras lejanas proviene desde su infancia, cuando en la escuela de su pueblo aprendió a dibujar por la influencia de sus profesores, cuando le narraban grandes relatos, leyendas y cuentos casi mágicos.

Dentro de las posibilidades artísticas, él no se queda estancado, ya que ha realizado esculturas en cerámicas, a escrito un libro e incluso ofrecía su trabajo para cualquier asignatura por varios meses para solventar sus gastos y así poder llevar su vida artística de nuevo a flote.

TIEMPO. La calidad de lo que realiza se refleja en la técnica.
TIEMPO. La calidad de lo que realiza se refleja en la técnica.

Tatuajes
Fue el ganador de un premio para visitar Estados Unidos, donde se erradicó por ocho años antes de regresar a la tierra que lo vio nacer. En el país norteamericano, instaló un taller de tatuajes, diversificando aún más sus conocimientos.

EL DATO
Es el único del pueblo de Chibuelo que se dedica a estos trabajos.
Ahora, en Ecuador, el valor de sus tatuajes varía como el resto de sus trabajos, del tamaño, la tinta y del tiempo que le lleve hacerlo, es decir, no tiene precios específicos.

Está abierto a trabajar cualquier temática que el cliente pide a la hora de hacer el tatuaje. Por ejemplo, los de 10 cm que son los más pequeños tienen un valor de 25 dólares, y los más grandes alcanzan los 90 dólares.

Sayri reconoce que hay mucha gente joven que desea realizarse en este campo laboral. Agrega que a pesar de que es muy difícil vivir de esto, para él en cada forma artística que hace encuentra libertad y pasión. Su negocio está abierto a todas las personas y jóvenes que quieren seguir este camino. (JB)