¿Estaría equilibrada la balanza?

En el discurso del 24 de mayo, el Presidente se refirió a este asunto. Tanto él como algunos de sus funcionarios, en particular del área económica, lo han dicho: es voluntad del Ejecutivo eliminar el llamado “Impuesto Verde” o “Impuesto a la Contaminación Vehicular”. Los perjudicados con el controvertido tributo esperan que pase a la historia y que todo vuelva a la fórmula anterior.

El tema consta en un proyecto de reforma legal que se ha debatido en la Asamblea Nacional. Varios parlamentarios consideran que “el impuesto no cumple con el objetivo de gravar a quienes más contaminan, sino que es un impuesto al patrimonio”. No deja de faltarles razón. Amplios sectores de la ciudadanía, en particular de bajos ingresos que tienen en los vehículos viejos un instrumento para el sustento familiar, lo ven con buenos ojos.

Hay otros de mayor solvencia, que los coleccionan, que también aplauden la decisión. En verdad, el “Impuesto Verde” no goza de su beneplácito, aunque los distribuidores de vehículos nuevos se dejarán de frotar las manos. También aquellos conciudadanos que velan por la conservación del medio ambiente, parejamente expondrán sus argumentos para que el “Impuesto Verde” siga adelante.

Algún funcionario ha dicho que el monto que el fisco obtendría del “Impuesto Verde” iría a otros impuestos, según la reforma tributaria que se elabora en el Ejecutivo. O sea, que todos tendríamos que sacar del bolsillo el importe del controvertido impuesto. De ser esto cierto, ¿dónde queda el precepto constitucional de trabajar por el bien común? La balanza, en buen gobierno, debe estar equilibrada. Es decir, los platos deben estar al mismo nivel.


Sobre el cimiento de la necedad, no asienta ningún discreto oficio”. Miguel de Cervantes Escritor español (1547-1616)

El que habla a un necio, aunque sea prudente, parecerá también necio”. Eurípides de Salamina Poeta trágico griego (480 AC-406 AC)