Ethos y ética

Richard Salazar Medina

El ethos es una categoría antropológica. Se trata de una suerte de matriz cultural desde la cual se interpreta y se actúa en el mundo, a partir de los valores (incluidos los religiosos), así como de las perspectivas morales y estéticas de un determinado pueblo. Del ethos dependen los comportamientos colectivamente aceptados en una sociedad. La disciplina que estudia el ethos de grupos socioculturales concretos es la etnografía.

La ética, en cambio, es una rama filosófica que viene de la antigua Grecia y que analiza la conducta, buscando la manera apropiada de juzgar los actos, dentro de los preceptos de la moral. Es decir, por extraño que suene, al ser la moral dependiente del ethos, hay tantas morales cuantas culturas en el mundo; y lo considerado como ético variará inevitablemente.

Ejemplos al canto: En Occidente la monogamia es un valor, la normalidad y la ley. La poligamia no solo es mal vista, es delito. En países islámicos, en cambio, está permitida. De otro lado, en varias culturas comunitarias, coger algo que tiene otra persona, no es robo sino tomar prestado algo que se necesita. En Occidente ello es impensable, ya que la propiedad privada es infranqueable siendo la unidad moral el individuo, no la comunidad.

La ética en Occidente se relaciona con la honestidad y la justicia a partir de nuestros propios valores. Pero, más allá de la diversidad cultural del país, en dos siglos de historia republicana, los políticos se han encargado de instaurar en la población un ethos (en los imaginarios y la práctica) contrario a lo que sería ético para la teoría y las leyes; han instalado la idea de que para los políticos está permitido robar siempre y cuando hagan obra. Es dramático, pero así piensa la mayoría, justificando, de manera solapada, la corrupción. Como la Justicia y la meritocracia son quimeras en el país, esta idea se ha legitimado.

Hay que hacer esta reflexión buscando sembrar el ethos del no robar, de que lo público es sagrado y debe administrarse con honradez y transparencia. También es necesario aclarar estos conceptos tan manoseados por consultores de ‘coaching’ que, al no saber qué es el ethos, se atreven a pontificar sobre él en talleres motivacionales, no científicos, hablando de este cual sinónimo de ética. Con ello, no solo contradicen conceptos de las ciencias sociales, sino que multiplican una tergiversación propia del etnocentrismo.

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