Orgullo ecuatoriano

Daniel Jerez

En medio de la algarabía por el triunfo alcanzado del ciclista carchense Richard Carapaz en el Giro de Italia 2019, renace un sentimiento de orgullo nacional en los ecuatorianos, que en triunfos deportivos suele ser muy efímero. Una sensación triunfalista que todos la celebramos sin distinción de tendencia política, gusto por un deporte, región, provincia o cualquier característica que nos haga pensar distinto.

Gracias a esta importante hazaña nos hace recordar también aquel logro de Andrés Gómez en el tenis, la medalla olímpica de Jefferson Pérez, la clasificación al mundial de la selección de fútbol, la Copa Libertadores de Liga de Quito y otras que han engalanado al país en el ámbito deportivo. Sin duda, el deporte en concepto es una área fundamental dentro del desarrollo humano y de la sociedad, sin embargo, cuestiona pensar cuanto de estos triunfos o este fugaz orgullo nos puede hacer crecer como país.

Si bien es cierto cada uno de estos triunfos tienen sus propias historias y protagonistas, quienes tuvieron que realizar distintos procesos y esfuerzos que terminaron consolidándose en victorias, dejan muchas veces lecciones de vida de las que si podemos aprender como sociedad para irnos superando y eliminando brechas de discriminación, violencia, corrupción y otras que no permiten tener ese buen vivir que menciona la constitución.

El orgullo de ser ecuatoriano que en estos días contagió el deportista denominado ‘la locomotora del Carchi’, debería generar procesos y acciones concretas no solo desde el Gobierno, sino de todos los sectores de la sociedad, para mantenernos con sed de triunfo que haga que seamos más competentes en todos los ámbitos y que incentiven a la práctica del deporte como una alternativa para el uso saludable del tiempo libre.

Un orgullo que nos lleve a cuidar nuestro país, nos motive a ser buenos ciudadanos, que seamos agentes transformadores de un Ecuador que necesita más triunfos cotidianos con niños que cumplan su ciclo estudiantil, jóvenes que accedan a la educación superior y culminen sus carreras, servidores públicos que se esfuercen por ser los mejores, en fin, historias diarias que hagan del Ecuador en un mejor lugar para vivir.