A dejar atrás las tramoyas correístas

Tal vez cuando los que propusieron esta nueva función del Estado en la Constituyente de Montecristi en 2008, vieron en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social un modelo, una receta para que la sociedad civil se emancipara de la tutela estatal. No previeron que el Consejo pudiera ser tomado por asalto por el Gobierno de entonces.

No estuvo tampoco en el modelo propuesto una forma adecuada para la selección de sus miembros. El populismo se las arregló para controlarlo, para que las vías de acceso al Consejo pudieran coparse, gracias a una legislación electoral vulnerable y susceptible de, mediante la atomización del voto añadida a la “viveza criolla”, burlar la voluntad de la mayoría de los ciudadanos.

El Dr. Julio César Trujillo se mostró partidario, apelando al recurso constitucional de una consulta popular, de que se abriera la posibilidad de eliminar el Consejo, de triste recordación en la década correísta.

Pasaron semanas luego de su muerte y parecía que el asunto había quedado en el olvido. Las pugnas por instalarse los consejeros elegidos no ha cesado.

El Comité por la Reinstitucionalización Nacional ha retomado la idea del Dr. Trujillo y pugna por la eliminación del “célebre” Consejo, mediante la recolección de firmas que haga posible la consulta popular. De lograrse sería la reivindicación de la autonomía de la sociedad civil y la consolidación de nuestro sistema democrático y republicano. Dejaríamos atrás las tramoyas y trampas que orquestaron Correa y sus “compañeros de viaje”.


El miedo sólo sirve para perderlo todo”. Manuel Belgrano Político argentino (1770-1820)

La vida es tal que no hay que hacer concesiones en las cosas esenciales”. Nazim Hikmet Poeta turco (1901-1963)