Cannabis, ¿uso terapéutico?

LUIS COELLO KUON YENG

Cannabis sativa, popularmente conocida como ‘marihuana’, es una hierba originaria de Himalaya en Asia. Su uso por humanos se remonta a muchos años siendo usado como analgésico y sedante por las propiedades psicotrópicas de la hierba. Hacia la década del 50 del siglo pasado, la Academia Americana de Medicina sugirió la eliminación de esta hierba, de los libros académicos de Medicina como recurso medicinal y la catalogó como droga de uso ilícito por su potencial efecto sicoactivo y de abuso, asociándola a otras drogas de uso ilícito.

Es a partir de ese hecho que las investigaciones de la marihuana, en trastornos de salud en humanos se vieron restringidas, hasta la actualidad en donde no son muchos los estudios que terminen o monitoreen los efectos terapéuticos de esta sustancia. El cannabis posee más de 500 sustancias determinadas y especificadas, pero son dos las que llaman la atención por sus efectos importantes en los humanos. La primera llamada tetrahidrocannabinol es la responsable de los cambios en el comportamiento que ocurren luego de fumarlo o ingerirla y es altamente adictiva. La segunda, el Cannabidiol, a la cual muchos investigadores le endosan propiedades analgésicas, antiepilépticas y es esto lo que induce a pensar en un posible uso de la marihuana terapéutica.

Los datos que existen hasta la actualidad, recomiendan el empleo medicinal del cannabis en la mejora del apetito en personas sometidas a quimioterapias; en alivio de la rigidez en una enfermedad llamada esclerosis múltiple, así como también en enfermedad de Parkinson y en la esclerosis lateral amiotrófica. Problemas de estrés postraumático se ha visto que beneficia. Una revisión bibliográfica del tema, publicada en la revista médica de Chile, la investigadora Marcia Avello denota, incluso, el uso medicinal del cannabis para dolores de origen neuropático, se propone en cualquier etapa del dolor y como complemento a analgésicos típicos para cada enfermedad.

Hay países como Uruguay, Chile, Colombia y quizás pronto Argentina, han dado pasos importantes en la regulación y uso de la marihuana como terapia farmacológica alternativa. Claro está con regulaciones sometidas a la ley que sondea y vigila su adecuado uso, distribución, cultivo, comercialización, dosificación de los componentes de uso terapéutico, para que no se caiga en el mal hábito del abuso y tampoco como uso recreacional o de adicción-dependencia. Estos datos mayúsculos generan la reticencia de autoridades sanitarias en los Estados Unidos para permitir seguir investigando más en el uso medicinal del cannabis.

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