Riesgos naturales

El 1 de junio comenzaron los huracanes en Centroamérica y el Caribe, temporada que se extenderá hasta fines de noviembre. Esta época mantiene en alerta a las pintorescas islas y a las tierras continentales que están en riesgo en esa zona.

El recuerdo al respecto no es nada halagador y está presente en ciclones que dejaron huellas devastadoras, como el “Mitch”, que comenzó como tormenta tropical y se produjo en 1998, catalogado como el peor del siglo XX: 11 mil personas murieron, 8 mil desaparecidas y daños materiales calculados en 5 mil millones de dólares, es su saldo.

En los Estados Unidos, en el 2005, “Katrina”, que provino desde las Bahamas y cruzó el sur de la Florida para llegar hasta Texas, devastó el golfo de México y obligó a reconstruir Nueva Orleans: su huella fue de centenares de muertos y daños calculados en 108 mil millones de dólares.

Estos fenómenos no acontecen, felizmente, en Ecuador que está expuesto a otra clase de amenazas no menos preocupantes, como son los terremotos y las erupciones volcánicas, de lo cual la Historia tiene infinidad de páginas que realmente estremecen por sus efectos destructivos.

Se ha hecho remembranza en estos días a los desastres naturales con motivo de los 18 sismos que, en una sola tarde, alarmaron a la población de Quito y valles circundantes. Expertos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional han puntualizado el peligro que corre la capital de la República por la falla geológica de 60 kilómetros de longitud que cruza por el interior de la ciudad, lo que puede generar un terremoto de 7 grados de magnitud, a lo que se suma la cercanía del Pichincha.

Es necesario escuchar y no olvidar estas advertencias, para la prevención, a fin de saber convivir con el riesgo.

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