Matrimonio gay

SHAKESPEARE ABARCA CÓRDOVA

El 12 de junio de 2019 fue el día en que la Corte Constitucional por 5 votos contra 4, legalizó el matrimonio igualitario, que no es más que el matrimonio entre personas del mismo sexo, será recordado con algarabía por unos pocos y con preocupación por unos muchos, dado el hecho que el 95% de ecuatorianos nos profesamos cristianos, bien sea católicos o de religiones separadas. La legalización del matrimonio homosexual: hombre-hombre o mujer-mujer, suma al Ecuador a una minoría de 29 países donde estas uniones se han legalizado, de entre los 194 países que reconoce la ONU. Que eso sea algo digno de celebrarse es muy cuestionable para la gran mayoría. La homosexualidad no es algo nuevo sobre la Tierra, imperios y civilizaciones sucumbieron, en mucho, según los historiadores, por la exacerbación generalizada de este tipo de prácticas.

Hasta finalizado el primer milenio no se usaba el término ‘homosexual’ para las relaciones del mismo sexo, se aplicaba y aún se aplica el término ‘sodomita’ como derivación del nombre Sodoma, ciudad destruida por Dios, según el relato bíblico, porque los hombres usaron a otros hombres como si fueran mujeres, es decir, los sodomizaban. Las prácticas sodomitas fueron muy extendidas en el Imperio Romano, provocando en gran parte el ocaso de la Roma de los Césares, según una cita histórica “Trece de los primeros catorce emperadores romanos fueron bisexuales o exclusivamente homosexuales. El primer emperador romano que se casó con un hombre fue Nerón, quien se habría casado con otros dos hombres en diferentes ocasiones, primero como novio y después como novia.

La antigua Grecia, cuna de la civilización occidental, dio también amplio espacio a la homosexualidad, su forma más común era la pederastia, es decir, el sexo entre hombres mayores y adolescentes y era épica la sodomía entre los militares griegos. En Grecia nace la patrona del lesbianismo, término derivado de la poetisa Safo de Lesbos, que ensalzaba en sus versos el amor entre mujeres. Las leyes contra la sodomía se mantuvieron en los países europeos y en las naciones occidentales hasta los siglos XIX y XX. ¿Más allá de la discusión sobre la transgresión constitucional del Art. 67 y de la inaplicabilidad de la opinión Consultiva 24-17 de la CIDH, de aclarar lo biológicamente adverso de estas prácticas, será que asistimos al principio del fin de esta civilización global?

[email protected]