CARLOS CONCHA JIJÓN
Esmeraldas se ha quedado en el tiempo, no tanto como una aldea, pero sí rezagada, entre los ofrecimientos y las luchas politiqueras, siendo el momento de las ideas y los cambios substanciales, sobre la base de poner en práctica una planificación eficiente de la realidad, con posibilidades de éxito, inducido a un cambio positivo, dejando atrás la propaganda insulsa y la palabrería, que no determinan el progreso, comenzando entonces por exigir rendición de cuentas del sistema de agua potable, en las patentes y las obras viales del Sur.
El Municipio tiene que empezar su gestión por un reordenamiento institucional y la regeneración urbana, ligada a nuevas ordenanzas. Trabajo urgente en calles, aceras y bordillos; un mercado más funcional e higiénico, prestar atención a los patrimonios de cultura, que están en abandono. SOS al Cuerpo de Bomberos. Ordenamiento del tránsito, señalética, semáforos y capacitación a la Policía de Transito. Trabajar en unidad de actos con la Policía Nacional en el control de la delincuencia, recuperación del malecón de la ciudad.
Reducir la burocracia municipal y mejorar la higiene de la ciudad, optimizando la recolección de basura y su procesamiento; emprender en programas culturales y de fomento al turismo, el cementerio municipal es un desorden total. Construcción del parque forestal en las islas frente a la ciudad y su ordenamiento territorial. Construcción del ‘Marimbódromo’, como atracción turística en Las Palmas. El Municipio tiene que ubicar en su sitio el busto del coronel Luis Vargas Torres, que es Patrimonio Cultural de la Nación.
Prohibir las casas de cita en el centro de la ciudad. Elaborar proyectos con inversión internacional, no reembolsable. Control en la construcción de viviendas, construcción de un gran colector que circunde la ciudad. Un ambicioso programa de viviendas económicas, para familias pobres. Necesidad urgente de contribuir con el desarrollo de las diferentes disciplinas deportivas, etc., etc., etc.