Le dieron vida al Polo en Quito

El equipo La Escondida se proclamó campeón, en la tercera edición de la Copa Credit Suisse que congregó a participantes de Ecuador, Argentina y Colombia.

Un evento enmarcado por la elegancia, los parajes andinos, la competitividad pero sobre todo por un trabajo en conjunto. Y es que, el Polo, al igual que el fútbol, se juega en equipos de cuatro integrantes. Partiendo desde el número ‘4’ que ejerce la función de defensa, el ‘3’ es el capitán y además es quien se encarga de armar las jugadas desde el corazón de la cancha. En tanto, el ‘2’ y ‘1’ juegan en la delantera y son los encargados de marcar los goles. La característica fundamental de esta disciplina es el uso de caballos que, en su mayoría son yeguas, pues son más dóciles y se tiene un mejor control de ellas dentro de la cancha.

La Escondida contó con una particularidad en su equipo, pues demostró una vez más que la edad no es un factor de impedimento, y al contrario se puede aprovechar de esa fortaleza. Si bien fue un trabajo colaborativo, fue inevitable destacar la presencia del jugador Carlos Avellán, quien lleva practicando polo hace 50 años, y que además compartió este partido con Samuel Jaramillo, delantero de 12 años, quien se apasionó por este deporte a los 6.

Esta fue la tercera edición del torneo, cuyo principal objetivo “es que dejen de encajonar a este deporte como elitista y que todos tengan acceso a practicarlo”, según Rafael Roldán, uno de los fundadores del proyecto Polo in the Andes. (MP)